Rosario Ruiz
La Jornada Maya
Playa del Carmen, Quintana Roo
Miércoles 29 de enero, 2020
Golpeados por la guerra, países como Siria y Palestina han visto en el turismo una tabla de salvación para sus economías; en su caso se trata principalmente de turismo religioso, al ser sede de diferentes lugares sagrados para distintas religiones.
Ambos países participaron en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2020 en Madrid, España, en busca de atraer más visitantes a estos lugares que albergan sitios que son patrimonio de la historia de la humanidad.
De acuerdo con Mohsen Bilal, corresponsal de la agencia estatal SANA en Madrid, es importante difundir el mensaje de que Siria es un país seguro, libre y tranquilo que cualquier persona puede visitar.
Destacó que el ejército árabe sirio con sus aliados nacionales e internacionales ha liberado al menos 93 por ciento del territorio. Antes de la guerra (2011) recibían entre seis y ocho millones de visitantes anuales, ahora esa cifra apenas rebasa el millón.
Los principales tipos de turismo son cultural y religioso, con lugares como Palmira, Alepo, Hama, Damasco o Ma'lula, un pueblo donde aún se habla arameo. “Puedes visitar Siria, en el caso de las mujeres, incluso pueden viajar solas, el país ahora está tranquilo”, aseguró el entrevistado.
Aseguró que la imagen de que Siria es un país radical ha sido sembrada principalmente por extranjeros que llegaron a destruir el tejido social. “Tenemos grandes reservas de gas y petróleo, esto también ha propiciado las invasiones”, asegura.
En cuanto a la conectividad aérea aclaró que el aeropuerto internacional de Damasco se mantiene abierto. Para llegar puede tomarse un vuelo desde Rusia o Líbano; en el caso de este último, también puede viajarse desde Beirut vía terrestre en un recorrido de una hora.
Sobre la oferta hotelera, Feras Mahmoud, gerente de ventas del hotel Dama Rose, dijo que hay cinco hoteles de cinco estrellas en Damasco, también pueden alquilarse casas a locales. El costo de la estancia diaria varía entre los mil 500 y cinco mil quinientos pesos y los mejores meses para visitar son entre junio a septiembre.
El porcentaje de extranjeros que visitan el país sigue siendo muy bajo, apenas entre el 20 y 30 por ciento, provenientes principalmente del mundo árabe.
[b]Palestina y la resistencia[/b]
Desde mediados del siglo pasado Palestina lucha por volver a la normalidad en todos los aspectos y el turismo no es la excepción. Jiries Qumsiyeh, director del Ministerio de Turismo y Antigüedades del Estado de Palestina, narra como “aunque está ocupada la tierra por Israel, es un destino turístico muy importante y seguro”.
Señala que Palestina recibe a turistas desde hace dos mil años y siempre durante su estancia son bienvenidos: “los turistas que vienen a Palestina son principalmente peregrinos por lo que sentimos la responsabilidad de proveerles de seguridad mientras visitan Tierra Santa”.
Promueven principalmente la ruta religiosa, que incluye Jerusalén, Jericó, Belem y todas las ciudades que se mencionan en la Biblia en la vida de Jesús. “Tu guía turística en Palestina es la Biblia”, bromea.
Cerraron 2019 con tres millones 500 mil visitantes, procedentes en su mayoría de Estados Unidos, Italia, Rusia y Rumania y como no cuentan con aeropuerto el arribo debe hacerse vía terrestre desde Tel Aviv o desde Aman, la capital de Jordania. El recorrido es de aproximadamente una hora.
“Los pueblos de América Latina son considerados los más pro Palestina de la historia, son muy solidarios con nuestra causa. Nos gustaría recibirlos y retribuirles el apoyo que nos han brindado”, dijo por último.
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