Ohtani deleita con el brazo y el bate en noche histórica

Nada más en el primer episodio, Shohei Ohtani hizo un lanzamiento que rozó las 101 millas por hora y conectó un jonrón que salió despedido de su bate a 115 millas.

La versátil estrella de los Serafines de Los Ángeles protagonizó un histórico recital desde el montículo y el plato.

Y luego que el japonés había terminado su tarea, Jared Walsh rindió su propio espectáculo para darles la victoria a los angelinos.

Ohtani disparó un cuadrangular que viajó 451 pies y lanzó pelota de dos hits hasta el quinto acto, mientras que Walsh se voló la barda el domingo para sentenciar el juego en el triunfo 7-4 de los Serafines sobre los Medias Blancas de Chicago, uno de los favoritos al título de la Liga Americana, que comenzaron la temporada de forma titubeante.

“Contento por haber tenido esta experiencia, es una que me va a dar mucha más confianza”, dijo Ohtani.

El nipón logró otro hito en su carrera cuando subió a la lomita y ocupó el segundo puesto en el orden de bateo de los Serafines. Fue el tercer pítcher en 45 temporadas en apoyar su propia labor en un juego con el bateador designado disponible, y el primero en alinear segundo desde que lo hiciera Jack Dunleavy para los Cardenales en 1903.

Tampoco admitió carrera en los cuatro primeros capítulos, aunque sus problemas de control permitieron una serie de tres carreras de Chicago en el quinto. Ohtani se marchó tras un pasbol y un error de lanzamiento del cátcher Max Stassi, que dio lugar a un peligroso choque en el plato entre Ohtani y José Abreu, el último MVP de la Liga Americana. Los Serafines dijeron que el astro no se lesionó.

Ambos equipos quedaron asombrados por sus habilidades.

“Es todo lo que nos habíamos imaginado. ¿Sí?”, comentó el mánager de los Serafines, Joe Maddon. “Ese es el pelotero completo. Sólo necesitaba la oportunidad de hacer... Lo que hizo anoche (por el domingo) fue muy especial y podrán ver mucho más”.

En su sensacional primer episodio, Ohtani se encargó de lanzar el pitcheo con mayor velocidad de un abridor en lo que va de esta muy joven temporada y luego conectó el hit más fuerte de un bateador.

Leury García, de los Medias Blancas, lo resumió de manera simple: “Es sucio”.

Ohtani terminó con siete ponches y cinco boletos, en un nuevo ejemplo de su combinación de extraordinaria velocidad y control irregular. Walsh bateó dos cuádruples, uno de ellos un obús de tres carreras ante Matt Foster en la novena entrada, para sentenciar la tercera victoria de los Serafines en cuatro encuentros para abrir la campaña.

Después de disputarse las series inaugurales -los debuts de Mets y Nacionales se pospusieron-, los únicos invictos eran Houston (4-0), Baltimore y Filadelfia, éstos con 3-0 cada uno. Los Orioles sorprendieron especialmente por la solidez de su pitcheo abridor, en Boston, y los Filis por la efectividad de su bulpén frente a Atlanta. Dodgers y Padres (3-1 cada uno) empezaron exactamente como se esperaba en el Oeste de la Nacional.