Noche casi perfecta de Rodón y paso triunfal del campeón en las Mayores

Carlos Rodón saltó cerca del montículo, rodeado por sus compañeros jubilosos. Todas las lesiones y la incertidumbre parecieron quedar muy atrás.

De no tener asegurado su lugar en el róster, el zurdo logró un juego sin hit. Y se quedó a casi nada del juego perfecto. Rodón lanzó el segundo juego sin hit de la actual temporada de Grandes Ligas (el primero fue de Joe Musgrove, de los Padres, el primero en la historia de la franquicia de San Diego), perdiendo la perfección por un pelotazo a un bateador con un out en el noveno acto del duelo del miércoles, que los Medias Blancas de Chicago ganaron 8-0 a los Indios de Cleveland.

La joya es de lo más destacado hasta ahora en una joven campaña, en la que los campeones Dodgers mandan con récord de 10-2 (sin incluir la jornada de anoche) -se convirtieron en el primer equipo en llegar a la decena de victorias-, apoyados en tremendo pitcheo y sólida ofensiva. Una de las sorpresas son los Medias Rojas, que hilvanaron nueve triunfos, tras abrir con tres reveses, respaldados en la ofensiva del mexicano Alex Verdugo. Ayer, en el Día de Jackie Robinson, Boston fue frenado en Minnesota, que se impuso 4-3. Los Yankees, que anteayer contaron con dos jonrones de Aaron Judge, atraviesan por un lento comienzo (5-7). Hoy, a las 21:10 horas, en San Diego, arranca una de las series más esperadas, entre Dodgers y Padres (9-5), que se espera luchen por el título de su división.

Trabajando con celeridad y en manga corta durante una fría noche en Chicago, Rodón realizó 114 lanzamientos, 75 de ellos para strikes. La tercera selección global en el draft amateur de 2014 ponchó a siete para la primera blanqueada de su carrera y su segundo juego completo.

Fue el primer juego sin hit para los Medias Blancas desde que Lucas Guilito lanzó una joya el 25 de agosto del año pasado ante Pittsburgh y el 20o. en la historia de la franquicia, la segunda mayor cantidad en la historia de las Mayores, únicamente detrás de los Dodgers.

Edición: Ana Ordaz