Dolce & Gabbana está persuadiendo a los hombres de que abandonen sus sofás y regresen al mundo con una colección resplandeciente inspirada en las extravagantes instalaciones de iluminación de los festivales callejeros del sur de Italia.
Los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana llamaron a su colección Terapia de luz para un mundo al que en su mayoría se le ha negado las grandes reuniones durante los últimos 15 meses. Su desfile en vivo este sábado, con una audiencia socialmente distanciada de invitados, fue el primero dentro de su sala de exhibición desde que la pandemia obligó a la Semana de la Moda de Milán a volverse principalmente digital en las últimas temporadas. Son sólo una de varias marcas con shows en vivo esta temporada.
“La moda es emoción”, dijo Gabbana entre bastidores antes del desfile. “Experimentamos la temporada pasada con un programa digital. No es lo mismo. Fue sin adrenalina".
Los diseñadores adornaron la sala de exposición con instalaciones de "luminarias" que recuerdan al sur de Italia y enviaron a las modelos por la pasarela con atuendos con detalles de diamantes de imitación para reflejar sus patrones geométricos.
Los trajes negros característicos de Dolce & Gabbana, blusas transparentes, prendas de punto cómodas y chaquetas bomber sedosas con mangas abullonadas estaban adornadas con brillantes pedrería, que recogían la luz y proyectaban un movimiento propio mientras las modelos caminaban por la pasarela al ritmo de la vibrante música de baile.
Los jeans desgastados se adornaban con joyas o bordados en amenaza de oro para darle un toque barroco, y se combinaban con blusas sedosas, que a veces se dejaban abiertas. Las prendas de punto de ganchillo proporcionaron otra capa de artesanía artesanal. Los paneles de encaje daban ligereza a los trajes oscuros y los pantalones de encaje desafiaban las normas de género.
Las luces de las luminarias se convirtieron en impresiones fotográficas que daban una sensación sicodélica y muy hippie a las túnicas largas y sueltas o los caftanes sobre los pantalones.
La apariencia se acentuó con collares y pulseras en capas, bolsos cubiertos de diamantes de imitación y chanclas de playa o zapatillas de deporte salpicadas de pintura.
La colección estaba en el espíritu de principios de la década de 2000, cuando los diseñadores dijeron que entraron en una vena vibrante después de un período de minimalismo.
“Nuestro mensaje es vivir la vida. No tengas miedo", dijo Dolce.
Edición: Estefanía Cardeña
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