Barcelona no pudo reaccionar frente a toda la presión que le rodea en la era post Lionel Messi. Un insípido empate ante un equipo ubicado en la parte baja de la tabla constituyó el nuevo episodio de una crisis que ha incluido diferencias evidentes entre el presidente, el técnico y los jugadores.
El conjunto azulgrana saldó ayer con un 0-0 su visita a Cádiz en su choque de la Liga española, para estirar a tres su número de partidos sin triunfo. El cuestionado cuadro del estratega Ronald Koeman se estancó en la séptima posición con nueve unidades —y un juego pendiente—, siete menos respecto del líder Real Madrid, que el miércoles lució con una goleada 6-1 sobre Mallorca por la sexta fecha.
“Tenemos que ponernos las pilas, empezar a ganar; venimos de unos resultados no muy buenos”, dijo el zaguero Sergi Roberto. “Tenemos que apretar un poco más todos, desde portero, defensas, medios, delanteros, suplentes… Hay que intentar ganar”.
En esta ocasión el Barcelona no recurrió a una lluvia de centros al área, como hizo el lunes para salvar en las postrimerías un empate 1-1 en casa ante Granada, pero su juego volvió a ser ineficaz. El holandés Koeman —quien un día antes leyó un comunicado en el que hizo referencia a que el equipo estaba en reconstrucción — volvió a echar mano de juveniles al iniciar con Pablo Martín Páez Gavira Gavi, de apenas 17 años, y el austriaco Yusuf Demir, de 18, pero el equipo mostró la precariedad en que quedó sin Messi.
Y el ambiente interno no luce bien. Los jugadores no ocultaron su desacuerdo con las declaraciones recientes de Koeman.
“No estoy vistiendo la camiseta del Barça para acabar segundo o tercero”, recalcó el defensa Gerard Piqué durante la conferencia de prensa. “Estoy para competir por los títulos. Estoy convencidísimo, pese al inicio, que estaremos compitiendo... La situación es complicada para todos. Venimos de 12 años en la élite, hay que estar ahora todos juntos”.
El presidente Joan Laporta, quien dijo que le tomaron por sorpresa las declaraciones previas de Koeman, ha parecido distanciado del técnico contratado por su antecesor Josep Bartomeu. El conjunto catalán apenas realizó un disparo a puerta, por parte del holandés Memphis Depay, en el transcurso de una primera mitad en la que los anfitriones nunca se mostraron incómodos.
Edición: Ana Ordaz
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