Los demócratas lograron que una ley presupuestal a 10 años de 3.5 billones de dólares para fortalecer la red de seguridad social y programas climáticos fuera aprobada por la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, pero el voto en contra de un demócrata puso en evidencia los desafíos que enfrentan los líderes del partido para lograr la casi unanimidad necesaria para aprobar el paquete extenso en el Congreso de Estados Unidos.
El panel de mayoría demócrata, que se reunió de forma virtual, aprobó la medida con un voto de 20-17, cerca del trazado por el partido. La autorización marcó una revisión necesaria pero menor a una elección procedimental de los demócratas al acercarse el debate en el pleno de la Cámara de Representantes.
Bajo las normas presupuestarias, a la comisión no se le permitió modificar considerablemente la medida de dos mil 465 páginas, producto de otras 13 comisiones de la Cámara de Representantes.
El trabajo más importante se ha realizado en una procesión turbia de llamadas telefónicas, reuniones y otras sesiones de negociación, en su mayoría espontáneas, entre los líderes del partido y miembros de la legislatura.
El mandatario nacional, Joe Biden; la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, han dirigido una cacería de compromisos tras bambalinas para solucionar las divisiones internas y, esperan, permitir que pronto se apruebe la ley descomunal.
Pelosi dijo a sus colegas demócratas que “deben” aprobar el paquete social y ambiental esta semana, además de una ley separada de infraestructura y una tercera medida que evitaría que el gobierno cierre el viernes.
La carta dirigida a sus colegas enfatiza el enorme trabajo crucial al que la mayoría demócrata del Congreso se enfrenta en los próximos días y daba la impresión de ser un intento de crear una sensación de urgencia para resolver rápidamente las disputas.
“Los próximos días serán momentos intensos”, escribió.
El representante demócrata moderado, Scott Peters, se unió a los 16 republicanos en la Comisión de Presupuesto para oponerse a la ley.
Entre sus objeciones está una que preocupa a muchos demócratas: una reticencia a apoyar una ley con cláusulas que después descartaría el Senado.
Edición: Estefanía Cardeña
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