Los Cardenales lograron impresionante racha ganadora en el momento justo

Están Paul Goldschmidt, Adam Wainwright, Yadier Molina y Nolan Arenado. Y también Giovanny Gallegos, Andrew Knizner, Jake Woodford y Kodi Whitley.

Los Cardenales de San Luis están demostrando que son algo más que un puñado de estrellas. En realidad, mucho más.

San Luis venció anoche 6-2 a Milwaukee, campeón de la División Central de la Liga Nacional, para extender su racha de victorias a 17 y asegurar su lugar en la postemporada. Es la cadena más larga de las Grandes Ligas desde que Cleveland se apuntó 22 triunfos consecutivos en 2017. En la Nacional, los Gigantes de Nueva York ganaron 16 seguidos en 1951, para terminar coronándose sorpresivamente campeones.

Los pájaros rojos (88-69), que serán el segundo comodín, se enfrentarán en un duelo de vida o muerte a San Francisco o los Dodgers. Anoche, Giovanny Gallegos sacó los últimos tres auts de un partido en el que el cervecero Luis Urías se fue de 3-2, con su jonrón 22, y dos carreras producidas. El derecho dejó su efectividad en 3.06.

“Creo que nos hemos consolidado como equipo en el momento justo”, afirmó Knizner. “En cada partido pone la cara un pelotero distinto, haciendo grandes jugadas o grandes lanzamientos que nos permiten ganar el juego”.

Todos los astros del equipo han hecho su aporte. El primera base Goldschmidt bateó para .383, con siete jonrones y 16 carreras producidas en los últimos 16 juegos, sin incluir el de ayer. Wainwright, con sus 40 años, tenía marca de 3-0, con una efectividad de 3.52 en septiembre. El receptor Molina empujó seis anotaciones en los últimos seis encuentros y el tercera base Arenado bateó cuatro jonrones, con 12 impulsadas, durante esta racha.

Pero esos no son los únicos que aportan a la causa del equipo (87-69).

El mexicano Gallegos se apuntó 10 salvamentos y tuvo una efectividad impresionante de 0.84 en sus últimas 11 salidas, solidificando el bulpén. Lars Nootbaar, un jardinero novato, conectó dos cuadrangulares y anotó cinco carreras en la barrida de una serie de cuatro desafíos con los Cachorros. Whitley no permitió anotación en 12 apariciones seguidas como relevista. Añádale a esto el notable desempeño de Tyler O’Neill, quien llevaba 32 bambinazos (la cifra más alta de su carrera) y da la impresión de que los Cardenales tienen todo lo necesario para un mes de octubre explosivo.

“Los buenos equipos tienen mucho talento, mucha gente que puede contribuir”, dijo el mánager Mike Shildt. “Lo que más me gusta de nuestra forma de jugar es que nunca sabes a quién le tocará estar en el montículo para lanzar un buen partido, quién tomará el turno al bate clave y no sabes a quién le va a batear”. “Por eso, nos preparamos para cualquier eventualidad y nuestros muchachos están teniendo un gran desempeño”, añadió.

San Luis mostró su fuerza en la victoria 4-2 del domingo contra los Cachorros. El encuentro estaba igualado cuando un par de jugadores secundarios resultaron decisivos en la anotación de dos carreras en la novena.

Knizner, suplente de Molina detrás del plato, abrió la entrada con base por bolas. Nootbaar, quien había entrado en la octava, le siguió con un perfecto toque de hit. Tommy Edman hizo avanzar a ambos con un sacrificio. Luego de que Goldschmidt recibiera un pasaporte intencional, Knizner anotó con un lanzamiento descontrolado y Nootbaar logró cruzar el plato con un batazo de O’Neill en dirección del lanzador.

“Hablamos mucho de estas cosas y lo llevamos a la práctica. Ganamos de muchas maneras”, apuntó Shildt. “Trabajamos mucho en los toques”.

Edición: Ana Ordaz