Cole vs. Eovaldi, en duelo que debe ser electrizante

La mejor rivalidad de las Grandes Ligas regresa con un duelo de ganar o morir en el Fenway Park.

Ayer, un día antes de enfrentar a los Medias Rojas en el juego de comodines de la Liga Americana, el as de los Yankees de Nueva York, Gerrit Cole, dejó caer el nombre que no se atreven a pronunciar dentro de los límites de Fenway, al menos no desde que el último playoff de un partido entre los rivales de toda la vida se decidió por un torpedero de bateo ligero que hizo estallar el jonrón de la ventaja sobre el “Monstruo Verde”. “Bucky Dent, ¿verdad?”, dijo Cole cuando se le preguntó qué sabía sobre la historia entre los equipos. “Sueñas con ponerte en esa posición y salir adelante para tu equipo. Y aquí estamos”.

Cuarenta y tres años después de que el cuadrangular de Dent ayudó a los Mulos a vencer a Boston para romper un empate por el título de la División Este de la Liga Americana, los acérrimos contrincantes se enfrentan nuevamente en un juego de eliminación, que arranca hoy a las 19:08 horas (T.V.: ESPN) con el ganador esta vez avanzando para enfrentar a las Mantarrayas de Tampa Bay en una serie divisional de la Liga Americana.

Cole (16-8) se medirá a Nathan Eovaldi (11-9) en Boston, donde Dent conectó un cuadrangular memorable, donde Tek empujó a “A-Rod”, donde Roger regresó, donde Pedro empujó a Zimmer y donde Dave Roberts se robó segunda para hacer que todos olvidaran lo que pasó hasta entonces. “Hay un ambiente especial aquí”, afirmó el mánager de Nueva York, Aaron Boone, quien también venció a Boston con un bambinazo en la entrada 11 del séptimo encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2003 en el Yankee Stadium. “Importa aquí. Es divertido competir en juegos aquí. Es difícil competir en juegos aquí”, agregó Boone. “Sí, creo que habrá algo de tensión, electricidad. Todo lo que podrías esperar para un partido en el que el ganador se lo lleva todo; dos franquicias y equipos sobresalientes”. 

Será la quinta vez que los equipos se enfrenten en los playoffs (el desempate de 1978 se cuenta como parte de la temporada regular) y cada club ganó dos veces. En duelos de postemporada, Nueva York lidera 12-11, pero Boston se llevó siete de los últimos ocho.

Los patirrojos mantuvieron la ventaja sobre los Yankees durante la mayor parte del año, pero fueron rebasados tras una barrida de Nueva York en Boston del 24 al 26 pasados.

El porcentaje de bateo de Grandes Ligas registra su peor nivel desde 1968

El porcentaje de bateo en las Grandes Ligas disminuyó a .244 esta temporada, lo que representa su nivel más bajo desde el año del lanzador en 1968, aunque la ofensiva mejoró notablemente después de que las Mayores tomaran medidas a mitad de la temporada sobre las sustancias para mejorar el agarre de la pelota por parte de los pítchers.

Las estrictas medidas de las Grandes Ligas tuvieron el impacto deseado, poniendo fin a una racha de 12 campañas consecutivas en las que los ponches habían impuesto récords. Desde el día inaugural hasta el 2 de junio, el último día antes de que entraran en vigor las medidas, los bateadores tenían un porcentaje de .236, con un slugging de .395, OPS de .707 y un promedio de 4.36 carreras por equipo en cada juego. Desde el 3 de junio y hasta el fin de la fase regular, el porcentaje de bateo aumentó a .248, con .419 de slugging, un OPS de .738 y un promedio de 4.62 carreras. 

Hubo una cifra récord de 2 mil 664 ponches más que hits, un aumento en la brecha respecto a los mil 147 registrados durante la temporada acortada de 2020 y los 784 de 2019, cuando los chocolates superaron a los imparables por primera ocasión. Las autoridades del beisbol están preocupadas por la disminución de la acción causada por el dominio de los tres desenlaces básicos: el jonrón, la base por bolas y el ponche.

Edición: Ana Ordaz