En el patio interior de un templo vudú, una decena de gemelos se sientan sobre una estera. A su alrededor, fieles con paños blancos atados a la cintura agitan frenéticamente sus hombros al ritmo de las percusiones y los cantos.
En el vudú, religión nacida en Benín y basada en las fuerzas de la naturaleza y el culto a los ancestros, los gemelos son celebrados como semidioses, sean vivos o muertos.
En el templo de la sacerdotisa Antoinia Dhossa, en Abomey-Calavi, un suburbio de la capital económica Cotonú, "hemos decidido honrarlos como rezamos a nuestras otras divinidades", explica la joven con perlas multicolores en el cuello, los pies y los brazos.
Allí, decenas de hombres, mujeres, niños y ancianos se congregaron para rezarles, acompañado de fervorosas danzas y cantos iniciados por la sacerdotisa. Varias cabras y gallinas son sacrificadas.
"Los gemelos son parte de las deidades, de las divinidades que hay que adorar. Cuando aparecen en una familia, son portadores de un mensaje y de prosperidad. De vez en cuando hay que hacer ceremonias para invocar su apoyo a la prosperidad", explicó Luiz Rodrigue Zitti, un antropólogo social presente en la asamblea.
A su espalda, Jules y Julien, de 25 años, vestidos con pareos coloridos, reconocen ser "un poco particulares, diferentes de otras personas porque somos doble", cuentan a Afp.
"A veces la gente nos detiene en plena calle o de camino a la universidad para pedirnos oraciones", dicen ellos, que aseguran no entender realmente por qué ocurre.
En el patio del templo, varias parejas siguen religiosamente la ceremonia tradicional. Ellos esperan llegar un día a tener gemelos.
Sobre una mesa larga hay decenas de ofrendas dejadas por los fieles: habichuelas hervidas, dulce de coco, aceite rojo, botellas de ginebra y bebidas dulces.
A su lado, más de un centenar de estatuillas bellamente vestidas son cuidadosamente alineadas.
Esas estatuillas representan a los gemelos difuntos. En caso de deceso, se esculpe una estatuilla de madera y se consagra en una ceremonia. Luego es honrada y respetada como lo eran los gemelos vivos.
En la asamblea, unos niños llevan en sus brazos una estatuilla vestida con el mismo pareo que ellos.
Algunos padres enlutados también llegaron con sus estatuillas.
Es el caso de Claridad Gagnon, que sostiene dos de ellas contra su pecho.
"A través de esta ceremonia, siento la presencia de mis gemelos", comentó ella mientras acaricia con emoción las dos estatuillas.
"La gente piensa que esto es algo diabólico, pero no lo es", asegura la madre en duelo.
Porque aunque algunos consideran a los gemelos como una bendición, no es el caso de todos.
En la época precolonial, e incluso en ciertas regiones o grupos comunitarios de Nigeria o Benín, los gemelos pueden ser considerados como "diabólicos" y son abandonados y asesinados.
Esa es también la razón por la cual la sacerdotisa organiza esta ceremonia, para "aquellos que piensan que los gemelos representados por las estatuillas son amuletos o brujería o que son simplemente un error".
Y agrega sonriente: "es estrictamente lo contrario. Esos seres son dioses en la tierra".
Edición: Emilio Gómez
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