París gestionará medidas para acabar con disturbios en Guadalupe

Una delegación gubernamental que viajó desde París, Francia y las autoridades del territorio caribeño de ultramar de Guadalupe se reunieron este lunes para buscar medidas que pongan fin a los disturbios de las dos últimas semanas, provocados en rechazo a la medida que exige vacunación obligatoria para los sanitarios.

El ministro de Asuntos de Ultramar de Francia, Sebastien Lecornu, encabezó la delegación que analiza además otros temas que afectan a este territorio de poco más de 400 mil habitantes, reconocido como una región ultraperiférica de la Unión Europea.

"Francia está dispuesta a hablar de autonomía para el territorio de Guadalupe si es de interés para las personas que viven allí", subrayó Lecornu sobre la isla, escenario junto a la vecina Martinica de graves incidentes.

Los disturbios comenzaron en protesta contra la vacunación obligatoria para el Covid-19 exigida a los trabajadores del sector de la salud, que rápidamente se convirtieron en una revuelta más amplia en protesta por las difíciles condiciones de vida, una demanda de aumento de salarios y de la reducción en el precio del combustible.

Mayor autonomía 

Lecornu reconoció que algunos funcionarios de Guadalupe habían planteado la cuestión de una mayor autonomía, lo que modificaría su condición de región de ultramar.

"El gobierno está dispuesto a hablar de esto, siempre y cuando esos debates sirvan para resolver los verdaderos problemas cotidianos del pueblo de Guadalupe", dijo el funcionario.

Adelantó que París pretende mejorar la situación en general de los ciudadanos de Guadalupe, lo que incluye avanzar en la atención médica, proyectos de infraestructuras y un plan para crear empleos para los jóvenes.

Los disturbios, que se extendieron a la también isla caribeña francesa de Martinica, han puesto los territorios de ultramar en la agenda de la campaña francesa de cara a las elecciones de 2022, con críticas de la oposición al presidente Emmanuel Macron, a quien acusan de descuidar las antiguas colonias.

Guadalupe y Martinica son parte integral de Francia, pero los residentes se quejan de una mayor pobreza, un coste más elevado de los bienes básicos y servicios públicos más deficientes que en el continente.

Críticas de la oposición

Antes de su visita, Lecornu también planteó la posibilidad de otorgar a Guadalupe mayor autonomía, lo que provocó las críticas de la oposición.

Los parlamentarios en representación de Guadalupe en la Asamblea Legislativa francesa sostuvieron que la prioridad inmediata es abordar los altos niveles de desempleo juvenil y otros problemas sociales.

A su llegada a Guadalupe, Lecornu prometió mantenerse firme en la obligación de que los trabajadores de la salud en la isla se vacunen contra el Covid-19 antes del 31 de diciembre o se enfrentarán a una suspensión de salario, aunque mostró su disposición al diálogo.

El mandato de vacunación para los trabajadores de la salud, que se hizo cumplir en septiembre en el continente, ha encontrado una mayor resistencia en Guadalupe y Martinica.

Graves disturbios

Los manifestantes bloquearon las carreteras con neumáticos y vehículos en llamas y arrojaron bombas incendiarias a las fuerzas de seguridad en algunos de los peores disturbios en esas islas en años.

En Martinica varios comercios fueron saqueados y cinco policías resultaron heridos por disparos.

Sin embargo, la calma se había restablecido en gran medida durante el fin de semana, cuando solamente se informó de incidentes menores.

En Guadalupe existe una desconfianza histórica respecto a la gestión del gobierno francés de las crisis de salud, después de que muchas personas estuvieron expuestas a pesticidas tóxicos utilizados en las plantaciones de banana en la década de 1970.

Desde el inicio de la pandemia, según las cifras de las autoridades sanitarias, en Martinica se han registrado casi 45.000 contagios y 707 muertes, mientras que en Guadalupe se rondan los 55 mil positivos y 877 fallecimientos en hospitales.

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Edición: Estefanía Cardeña