Las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) y su sindicato de jugadores no lograron llegar a un acuerdo laboral antes de la fecha límite del martes y, como resultado, MLB canceló las dos primeras series de la temporada regular, dijo el comisionado Rob Manfred.
La temporada 2022 estaba programada para comenzar con el Día Inaugural el 31 de marzo.
"El calendario dicta que no vamos a poder jugar las dos primeras series de la temporada regular y esos juegos se cancelan oficialmente", dijo Manfred en una conferencia de prensa.
El tiempo de servicio hacia la agencia libre, la expansión de los playoffs, el impuesto de lujo y un salario mínimo son algunos de los temas clave en la disputa actual, que llevó a la liga a bloquear a los jugadores en diciembre.
La interrupción de las negociaciones hacia un nuevo convenio colectivo se produjo después de que las partes se reunieran durante más de 16 horas el lunes y nuevamente el martes en Júpiter, Florida, en un esfuerzo por evitar los primeros juegos perdidos debido a una disputa laboral desde la huelga de jugadores de 1994-1995, hace 27 años.
MLB había dicho previamente que cancelaría los juegos si no se llegaba a un acuerdo al final del día del lunes, pero la liga dijo que se hizo suficiente progreso que decidió retrasar la fecha límite hasta el martes.
Los jugadores rechazaron la última oferta de MLB antes de que venciera el plazo.
Los juegos cancelados no se recuperarán y no se pagará a los jugadores, agregó Manfred. Asi las cosas, el calendario de 162 juegos se reduce a -probablemente- 156 juegos como máximo.
"Estamos preparados para continuar las negociaciones", dijo Manfred.
"Nos han informado que la MLB regresará a Nueva York, lo que significa que no es posible llegar a un acuerdo hasta al menos el jueves. Como tal, los campamentos no podrían operar de manera significativa hasta al menos el 8 de marzo, dejando sólo 23 días antes del día de apertura programado."
Representantes de la Asociación de Jugadores se dirigirán a los medios más tarde el martes.
Implicaciones económicas
El paro, en su día 90, hundirá un deporte tambaleado por la pandemia de coronavirus y afectado por numerosos problemas en el campo en una pausa autoinfligida por la incapacidad de los jugadores y propietarios para dividir una industria de 10 mil millones de dólares. Al perder juegos de temporada regular, el escrutinio recaerá aún más intensamente sobre Manfred, el comisionado desde enero de 2015, y Tony Clark, el ex primera base All-Star que se convirtió en líder sindical cuando Michael Weiner murió en noviembre de 2013.
“Manfred tiene que irse”, tuiteó el lanzador de los Cachorros de Chicago, Marcus Stroman.
Los paros anteriores se basaron en cuestiones como el tope salarial, la compensación de los agentes libres y las pensiones. Este es prácticamente únicamente por dinero.
Esta lucha tardó años en gestarse, con jugadores enojados porque las nóminas disminuyeron en 4 por ciento desde 2015 hasta el año pasado, muchos equipos desecharon una parte de los oficiales veteranos de alto precio en favor de jóvenes de menor precio, y algunos clubes renunciaron a competir en el corto plazo para posicionarse mejor para los próximos años.
El deporte se verá afectado por su segunda temporada más corta en tres años. El calendario de 2020 se redujo de 162 juegos a 60 debido a la pandemia, una decisión por la que los jugadores presentaron una queja y aún están litigando. La interrupción creará otro problema si se eliminan 15 días de la temporada: estrellas como Shohei Ohtani, Pete Alonso, Jake Cronenworth y Jonathan India se retrasarían un año más desde la agencia libre.
Los jugadores perderían $20.5 millones en salario por cada día de la temporada que se cancela, según un estudio de The Associated Press, y los 30 equipos perderían grandes sumas que son más difíciles de precisar. Los miembros del subcomité ejecutivo del sindicato son los que más perderán, Max Scherzer perdió 232 mil 975 dólares por cada día de temporada regular perdido y Gerrit Cole 193 mil 548.
Edición: Mirna Abreu
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