AP/La Jornada
Las autoridades venezolanas imputaron el sábado a 12 personas en relación con el secuestro y asesinato del profesor universitario, y activista político, Carlos Lanz, de 74 años, un antiguo simpatizante del gobierno que estuvo detrás del famoso secuestro de un empresario estadunidense en la década de 1970.
Entre los imputados figura la esposa de Lanz. Las autoridades indicaron que Maxiorisol Cumare se confabuló con un hombre con quien mantenía una relación sentimental para pagar 8 mil dólares a gatilleros a fin de que asesinaran a su esposo en 2020.
Tarek William Saab, fiscal general designado para el caso, aseguró a través de su cuenta de Twitter que los delitos por los que se imputó a estas personas, entre los cuales está la esposa de la víctima, amigos cercanos e integrantes de grupos de crimen organizado, son: sicariato, asociación, corrupción, concierto con contratista y simulación de hecho punible. "El Tribunal 4 Nacional de Terrorismo decretó en contra de ellos Medida Privativa de Libertad", declaró.
Saab informó que además la Justicia decretó incautación y aseguramiento de bienes, prohibición de enajenar y gravar, bloqueo de los instrumentos financieros. La audiencia concluyó en la madrugada de este sábado 9 de julio en el Palacio de Justicia, en Caracas.
Lanz encabezó a un grupo de guerrilleros que en 1976 secuestró a William Niehous, que dirigía las operaciones en Venezuela de la empresa Owens-Illinois Inc., con sede en Toledo, Ohio.
Niehous fue rescatado tres años después y Lanz pasó casi una década en prisión por su participación en el secuestro.
Cuando el izquierdista Hugo Chávez ganó la presidencia en 1999 puso a Lanz a cargo de las iniciativas para crear cooperativas agrícolas.
Después, Lanz se dedicó a la enseñanza y escribía sobre temas como las guerras no convencionales de Estados Unidos, la insurgencia cultural y el desarrollo agrícola.
En 2020, Lanz, de 74 años, desapareció cerca de su casa en el estado de Aragua. Su cadáver fue encontrado después en una finca en otro estado cercano, con dos impactos de bala en la cabeza.
El asesinato conmocionó a muchos integrantes del gobierno de Nicolás Maduro que reverenciaban al vetusto erudito marxista y pensaban que su homicidio quizá lo habían perpetrado mercenarios extranjeros.
Edición: Laura Espejo
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