En la ciudad de Rosario, Argentina, ocurrió un hecho inédito: un hombre solicitó un amparo para que se le negara el derecho al aborto a su ex pareja a pesar de que la Ley 27.610 establece que el derecho a la interrupción del embarazo es exclusivo de las mujeres y personas gestantes.
La intención del solicitante era que jueces giraran un oficio para notificar a todas las clínicas y hospitales que si su ex pareja acudía a realizarse un aborto debía ser negado.
“Una mujer recibe en su domicilio la notificación por el juicio de amparo que solicitó su ex pareja, quien además ejercía violencia contra ella, y le explican que pide como medida cautelar que se le prohíba interrumpir su embarazo y se oficie a todas las clínicas para que no pueda practicarse el aborto”, explica Victoria Colombo una de las dos representantes de la mujer.
Tras una serie de decisiones por parte de la justicia de Rosario, el amparo tiene lugar, pero la medida cautelar no procede, por lo que en ningún momento se canceló el derecho de la mujer de decidir no continuar su embarazo.
“En Argentina la interrupción voluntaria del embarazo aplica hasta la semana 14, es un derecho de la mujer o persona gestante y no interviene ningún hombre u otra persona. La justicia rosarina debió haber rechazado desde el principio el amparo”, explica Sharon Juanto, la otra abogada de la mujer.
Los jueces decidieron que la medida cautelar era improcedente porque evitaría la aplicación de la Ley 27.610 que fue aprobada en diciembre de 2020.
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Las abogadas explican en entrevista para La Jornada Maya que la mujer era víctima de violencia y la solicitud de amparo de su ex pareja forma parte del círculo de violencia que el juez de inicio debió rechazar sin siquiera llegar a la notificación. Sin embargo, se logró evitar que se impusiera la medida cautelar y se reconoció el derecho de autodeterminación y de salud reproductiva de la mujer.
“Al tomar la decisión de interrumpir el embarazo todo es angustiante y todo es vulnerador y encima con este pedido judicial que no debería existir porque la ley es muy clara. Además, se le obligó a exponer su vida privada ante seis jueces porque ante el primer rechazo, el hombre apeló”, explica Victoria.
En espera de la sentencia por el juicio de amparo, no existió ninguna medida cautelar para privar de sus derechos a la mujer, por lo que sólo queda esperar que el juez ratifique la aplicación de la ley.
“Los jueces ratifican el conocimiento legislativo de que el derecho de decidir sobre la continuidad o interrupción del embarazo, por lo menos hasta la semana 14 es de la mujer y solamente de ella. Eso es lo fundamental y ahí está la perspectiva de género, no tiene nada que hacer el hombre, aún invocando su derecho de padre porque el vínculo genético con el embrión tampoco estaba acreditado”, explica Sharon.
Las abogadas aseguran que no hay posibilidad de que alguien pase por una ley que protege los derechos de las mujeres y personas gestantes.
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