Con información de Sputnik
La mayoría de los centros de votación instalados en El Salvador para las elecciones presidenciales, legislativas y municipales que se celebran este domingo cerraron a las 17 horas de este domingo (23:00 GMT), dando paso al inicio del recuento de unos comicios en los que el actual mandatario, Nayib Bukele, se presenta a la reelección, a pesar de que la Constitución no lo permite.
Las mil 595 mesas de votación, instaladas en su mayoría en centros educativos, cerraron sus puertas si bien en algunos lugares seguían llegando ciudadanos con la intención de sufragar.
Unos 6,2 millones de salvadoreños (740 mil en el exterior) estaban convocados para votar hoy en estos comicios, que se celebran bajo el régimen de excepción decretado el 27 marzo de 2022 por el presidente Bukele, algo que no sucedía desde que acabó la guerra civil en 1992.
La jornada electoral transcurrió en sin incidentes graves, si bien nueve personas fueron detenidas, por rotura de papeletas electorales, realizar proclamas políticas en lugares de votación o presentarse en estado de ebriedad (desde ayer sábado y hasta mañana lunes rige la ley seca en el país).
El presidente del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Carlos Saade, denunció irregularidades en el proceso electoral y pidió a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que estén muy atentos al recuento de votos .
En tanto, la misión de observadores electorales de la Organizacion de Estados Americanos (OEA) ha tomado nota de la peculiaridad que supone que los comicios se celebren bajo el régimen de excepción. "Hemos observado todo con fluidez, pero si hay temas específicos invitamos a denunciar", declaró la jefa de la misión, Isabel de Saint Malo, quien destacó la alta participación de los salvadoreños residentes en el extranjero.
El presidente Nayib Bukele, de 42 años y quien figura como el gran favorito, es el primer gobernante de la etapa democrática de El Salvador que se postula para la reelección. De ganar, sería el primero en repetir en el cargo.
El camino a la reelección de Bukele se abrió en 2021, cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que había sido nombrada por un Congreso de mayoría oficialista sin seguir el procedimiento legal, cambió el criterio de interpretación de la Constitución.
El último antecedente de un presidente que buscó la reelección inmediata en El Salvador se dio bajo la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez, quien gobernó entre 1931 y 1944.
Elecciones, seguridad y derechos humanos
Aliviados con la tranquilidad que llegó a sus barrios antes tomados por las violentas pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, los salvadoreños aplauden la política de "mano de hierro" de Bukele, aún a costa de conceder algunas libertades.
"La seguridad ha mejorado, antes no cualquiera podía estar aquí. Espero que esto siga así y que mejore la situación de la economía", declaró a la Afp Santos de Martínez, una ama de casa de 66 años, tras votar en La Campanera (noreste de la capital San Salvador), otrora bastión de la Barrio 18.
Tras un sangriento fin de semana con saldo de 87 muertos, Bukele impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que suma casi 76 mil detenidos y redujo a mínimos históricos los asesinatos (oficialmente 2,4 por cada 100 mil habitantes en 2023) en el que antes fue el país con mayor índice de violencia criminal del mundo.
Pero organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión. Unas 7 mil personas inocentes fueron liberadas, pero muchos encarcelados quedaron sin poder comunicarse con sus familiares.
Rumbo a un "partido hegemónico"
Su poder es inmenso. Bukele, de ascendencia palestina y quien se burla de sus críticos que le llaman "dictador", controla, además del Parlamento, la justicia, la Fiscalía y el resto del aparato estatal.
Magistrados renovados por ese Congreso interpretaron la Constitución a su favor y, pese a estar prohibida la reelección, le permitieron postularse para un nuevo mandato, ante lo cual analistas y opositores aseguran que su candidatura es inconstitucional.
Hoy, la oposición está hecha pedazos. Sus cinco candidatos apenas aparecen en las encuestas, incluidos los del izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), Manuel Flores, y de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Joel Sánchez.
"Con otros cinco años, tendrá suficiente tiempo para consolidar una dinámica de partido hegemónico", comentó el politólogo Álvaro Artiga, de la Universidad Centroamericana (UCA).
Muy seguro de su reelección, el presidente más popular de América Latina, según una encuesta regional, ni siquiera ha pedido el voto para él.
Avivando el miedo a que vuelvan las pandillas, pidió votar por su partido Nuevas Ideas y no perder uno solo de los 56 escaños que tiene en la legislatura saliente de 84 diputados, para no poner en "riesgo la guerra contra las pandillas".
La batalla económica
Este milenial asiduo en las redes sociales, que viste de pantalones vaqueros y jersey, de barba recortada y pelo engominado, llegó al poder en 2019 con 53 por ciento de los votos prometiendo un cambio a una población harta del bipartidismo Arena-FMLN que no resolvió los problemas de inseguridad y pobreza.
"Después de la seguridad, ahora nos preocupa el alto costo de la vida, ese es el gran desafío", declaró a la Afp el expresidente del Banco Central, Carlos Acevedo.
29 por ciento de los 6,5 millones de salvadoreños que viven en el país son pobres, según la CEPAL, y muchos siguen emigrando a Estados Unidos en busca de trabajo. Unos 3 millones viven en el exterior y envían remesas por 8 mil millones de dólares anuales, vitales para la población local.
"Aparte de la seguridad, me gustaría que incrementaran el aspecto educativo. Es bastante importante, en especial para la juventud que espera mejores oportunidades", manifestó Isabel Argueta, de 20 años, en el centro de sufragio de la capitalina avenida Olímpica, donde votará Bukele.
Aún con todo y su popularidad, el presidente no logró que los salvadoreños usaran el bitcóin que en 2021 impuso como moneda de curso legal en una economía dolarizada, según él, para dinamizarla.
Con entre 5 y 7 millones de seguidores en las redes X, Tiktok, Instagram y Facebook, Bukele, casado con la psicóloga Gabriela Rodríguez y padre de dos niñas, promociona también megaproyectos y el turismo en "el país más seguro de América Latina".
Edición: Estefanía Cardeña
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