Pese a que el líder opositor maliense e imán, Mahmoud Dicko, valoró positivamente la actuación de la junta que expulsó del poder a su rival, el ex presidente Ibrahim Boubacar Keita, el pasado 18 de agosto, afirmó que los militares en el poder “no tendrán un cheque en blanco para hacer lo que quieran”. El opositor también descartó la opción de postularse a la presidencia de Malí y señaló que el periodo de tres años de transición, que plantea el Consejo Nacional para la Salvación del Pueblo, es demasiado largo.
En una entrevista con Radio Francia Internacional, el imán rechazó que Keita fuera derrocado en el reciente golpe de estado. “Ha dimitido”, dijo, “¿por qué hablar de ‘derrocamiento’?”.
El imán llamó a la calma nacional, dado que apenas han pasado 15 días desde el golpe. “Todavía hay que dar tiempo al tiempo para que organicemos las cosas. Los soldados están en sus cuarteles, así que todavía hay que dar un poco de tiempo para poner cierto orden en este asunto”, añadió.
El imán puntualizó que su petición de perdón para Keita no tiene nada que ver con el proceso judicial al que pudiera someterse el ex presidente. “Un proceso y un perdón no tienen nada que ver. Estamos en un estado de derecho y mi hermano mayor (Keita, en término afectuoso), es sujeto de derecho, él también es demócrata, no creo que esto esté vinculado con el perdón de la gente. Somos malienses. El perdón es uno de nuestros valores”, manifestó.
Plazos de transición
Durante el fin de semana, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) solicitó a la junta militar que gobierna Malí que ponga en marcha una transición dirigida por un civil y que desemboque en la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en el plazo de un año, como condición para un levantamiento gradual de las sanciones impuestas. La junta, oficialmente el Consejo Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP), apuesta por tres años.
Sobre este plazo, el imán indicó que “tres años es demasiado”. “Podrían ser 18 meses, algo razonable, o menos si puede ser. Pero tres años es demasiado, desde mi punto de vista. Y dadas las circunstancias, (la junta) debería entregar el poder a un gobierno civil”.
La agrupación del imán, el Movimiento 5 de Julio-Agrupación de Fuerzas por el Cambio, ha pedido colaborar codo con codo con los militares, algo que el ejército contempla con cierto escepticismo.
El imán señaló que los militares “no tendrán un cheque en blanco para hacer lo que quieran”. “El país es para los civiles y el ejército es para todos. Ahora debemos tener esto en cuenta: la gente no se va a quedar sentada. Hemos aguantado demasiado en crisis interminables y debemos encontrar una solución para salir de ellas” añadió.
Dicko valoró positivamente sus primeras conversaciones con la junta. “Son jóvenes que creo que son responsables. Creo que realmente comprenden el alcance de la responsabilidad que les corresponde, hoy, de actuar con rapidez y salir de esta situación”, añadió.
La CEDEAO pidió que esta transición esté dirigida por un presidente “civil” que deberá ser una “personalidad reconocida” y que no podrá optar al cargo en las próximas elecciones, así como por un primer ministro, también civil, y que deberá cumplir con los mismos requisitos. “Ninguna estructura militar deberá estar por encima del presidente de la transición”, advirtió.
El imán finalizó la entrevista confirmando su rechazo a cualquier opción de llegar al poder personalmente: “lo dije, está muy claro, y no cambio de la noche a la mañana: voy a volver a mi mezquita. No seré presidente de una transición ni de un gobierno ni de ninguna otra cosa. Soy un imán y seguiré siendo un imán, Dios así lo quiera”.
Edición: Ana Ordaz
Especial: Fauna Nuestra
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