El secreto para el poder de Arozarena

Randy Arozarena es uno de los bateadores más calientes en el beisbol. El jardinero de las Mantarrayas ha seguido demostrando su talento en la serie divisional de la Liga Americana ante los Yankees de Nueva York

En el primer partido, el cubano se fue de 4-3, incluyendo su primer jonrón en la postemporada, un tablazo solitario frente a Gerrit Cole. El oriundo de La Habana de 25 años añadió un par de sencillos, y la única vez que falló fue con una línea que salió de su bate a 111.7 millas por hora y que decapitó el torpedero venezolano Gleyber Torres.

Con una capacidad innata de darle bien a la bola gracias a la velocidad de su swing, Arozarena se fue de 12-7 en la postemporada, hasta antes del encuentro de anoche. Pero el cubano tiene un secreto... un par de botas de vaquero, escribió Juan Toribio, quien cubre al equipo para mlb.com.

Durante el último entrenamiento previo al inicio de la serie divisional, Arozarena salió al terreno del Petco Park con su uniforme puesto y unas botas negras de vaquero. Las botas le pertenecen al lanzador de los Rays, Brent Honeywell, pero ponerse ese tipo de botas ha sido algo que ha hecho Arozarena desde su paso por el beisbol mexicano.

“Agarraba [las botas] de mis compañeros en México y me las ponía”, señaló riéndose Arozarena, quien vio acción en años recientes en la Liga Meridana de Invierno y otros circuitos de Yucatán. “Esas botas me daban buena suerte, porque daba jonrones”.

La superstición comenzó en 2017, cuando el cubano conectó 14 cuadrangulares con los Mayos de Navojoa, para liderar la Liga Mexicana del Pacífico. Arozarena dice que cada vez que se robaba las botas de su compañero, se volaba la barda. Ese poder parece haberse trasladado a las Ligas Mayores, apuntó Toribio.

“Las llamo las botas del poder”, comentó Arozarena con una sonrisa. “Mis compañeros me decían que esas botas me daban buena suerte. Por eso me las puse un par de días antes del juego, y luego di un jonrón en mi primer turno”.

Los Yankees y el resto de la liga tienen que ajustarse a Arozarena. Pero hacer ajustes contra las botas será difícil. Cuando le preguntaron al respecto, el mánager de Tampa Bay, Kevin Cash, indicó que no estaba al tanto del artefacto de la buena suerte. Cuando se le comentó que era el secreto de Arozarena, Cash aprobó las botas.

“Ah”, comentó Cash sonriendo. “Espero que las siga utilizando, entonces”.

Edición: Ana Ordaz