El agresor era asiduo al club nocturno

The Independent, Afp, Dpa y Reuters
Foto: Ap
La Jornada Maya

Orlando
Miércoles 15 de junio, 2016

Noor Zaho Salman, viuda de Omar Mateen, sabía de los planes de su marido para perpetrar la matanza y trató de convencerlo de no atacar la disco gay Pulse. Más aún, lo llevó una noche al local, ya que Mateen quería ver el margen de maniobra que tendría, y también fue con él a comprar municiones y una funda para su pistola, informó este martes la televisora NBC, que citó fuentes oficiales.

Las autoridades evalúan si fincarán cargos contra Salman, de 30 años, por no dar aviso a las autoridades antes del ataque, aunque aún no lo han decidido, ya que la mujer de origen palestino y madre de un niño de tres años, hasta el momento ha cooperado con los agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), indicó NBC.

Fuentes de la FBI citadas por FoxNews.com indicaron que los fiscales buscan acusar a Salman de cómplice e imputarle 49 cargos de asesinato y 53 de intento de asesinato, de no informar a la policía de un ataque inminente y de mentir a agentes federales.

El fiscal de Estados Unidos, Lee Bentley, dijo a reporteros que se investiga a otras personas para determinar si alguien más estuvo involucrado en este ataque, y de ser así serán perseguidos, refirió el diario británico The Independent.

Además de los motivos ideológicos, las investigaciones dieron un giro este lunes cuando testigos aseguraron a medios estadunidenses que Mateen visitaba regularmente el centro noctuno Pulse y que utilizaba aplicaciones gays (como Grindr), y también que durante un año participó en un grupo de chat entre homosexuales.

A veces se sentaba en un rincón a beber solo, y otras se emborrachaba tanto que era ruidoso y beligerante, señaló Ty Smith al diario Orlando Sentinel.

Smith aseguró haber visto a Mateen en el Pulse al menos una docena de veces. Realmente no hablábamos mucho con él, pero recuerdo haberle oído decir cosas sobre su padre... Nos dijo que tenía esposa y un hijo, relató.

Kevin West, otro cliente regular del Pulse, dijo a Los Ángeles Times que intercambió mensajes con Mateen en un chat homosexual durante al menos un año.

Otros asistentes al club dijeron a medios locales y a MSNBC que Mateen había utilizado aplicaciones gay con conocidos comunes para ligar.

The Independent reveló que, según los investigadores, Mateen había visitado Disney World días antes del ataque, en el día de la celebración gay.

Mientras sus familiares lo han descrito como homófobo, abusivo, golpeador e inestable, un amigo de su infancia reveló al Orlando Sentinel que Mateen sufrió acoso escolar.

La NBC reportó que Mateen se graduó como técnico en justicia criminal en la River State College, en Florida, en 2006, y que al salir de la universidad se convirtió en guardia de seguridad. Quienes lo conocieron, aseguran que entonces Mateen estaba fascinado por la aplicación de la ley.

Otra versión que agrega más confusión sobre sus posturas religiosas y políticas es el testimonio de una sobreviviente que dijo que Mateen –nacido en Nueva York, de padres afganos– rechazaba los bombardeos en su país. Tras la matanza se informó que el agresor juró lealtad al Estado Islámico, de orientación sunita, y cuando lo investigó la FBI hace un par de años manifestó simpatía por la milicia Hezbolá (chiíta).

Patience Carter, una de las sobrevivientes, dijo: todo el mundo podía escuchar (a Mateen) hablar al 911 y decir que la razón por la que perpetró el ataque era porque quería que Estados Unidos dejara de bombardear a su país.

En una conferencia de prensa en un hospital de Orlando, Carter, herida en la pierna, añadió que en la conversación, Mateen expresó lealtad al Estado Islámico.

“Y luego nos habló directamente en los baños, y preguntó: ‘¿hay negros aquí?’”, contó Carter, quien es afroestadunidense. “Tenía mucho miedo de responder, pero un hombre en uno de los baños le respondió: ‘sí, somos seis o siete’”.

El hombre armado con un fusil de asalto AR-15 y una pistola respondió entonces: ustedes saben, no tengo problemas con los negros, el problema es con mi país. Entonces, supimos que no pararía de disparar hasta que lo mataran a él y su mensaje saliera de ahí, afirmó la joven.

Antes del ingreso de las fuerzas especiales Swat al club, tres horas después de que comenzó el tiroteo, Mateen afirmó: la policía va a venir a atacarnos, pero todo está bien, tenemos francotiradores afuera, relató Carter.

Este martes permanecían hospitalizadas 27 personas, seis en estado crítico, indicaron fuentes del Hospital Regional local, que no descartaron que aumente el número de fallecidos, informó NBC.

En Orlando se llevó a cabo una vigilia en la que hacia el final de la ceremonia, la campana de una iglesia cercana sonó 49 veces, una por cada uno de los asesinados en el Pulse.

Miles homenajearon a las víctimas de Orlando en el Stonewall Inn, bar gay de Nueva York, y en Puerto Rico también se realizó una vigilia.