A través de símbolos sacados de las películas hollywoodenses o mediante silenciosas protestas médicas, algunos habitantes de Myanmar han tenido que recurrir al ingenio para burlar a las autoridades militares que actualmente controlan el país y manifestar su rechazo al golpe de Estado del domingo pasado. El personal de salud de esa nación del Sudeste Asiático lidera las protestas.
Después de que las fuerzas castrenses anunciaran la “necesidad” de hacerse con el control del país y tras el arresto de los líderes electos de Myanmar –entre ellos la premio Nobel y actual dirigente nacional, Aung San Suu Kyi– el Estado asiático de más de 57 millones de habitantes quedó sumido en la incertidumbre.
Si bien en los primeros días posteriores al golpe la vida en las principales ciudades -la capital Naypidyó y el centro económico nacional, Rangún- continuó sin mayores cambios, desde este martes, y tras conocerse ayer que Suu Kyi será procesada por violar una legislación nacional de importaciones, gente de Myanmar empezó a utilizar la desobediencia pacífica para manifestar públicamente su rechazo al nuevo control militar.
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Doctores lideran la disidencia
Este martes los médicos de al menos 57 hospitales públicos del país iniciaron una huelga silenciosa para oponerse al golpe de Estado del domingo. En diversos comunicados y videos, los galenos del país confirmaron que por algunos “momentos” dejarían de atender a los enfermos que se encuentran fuera de las áreas de emergencia como señal de protesta.
En los centros que atienden a las personas infectadas con COVID-19, doctores señalaron que llevarían a cabo la manifestación a través del uso de listones rojos o mensajes políticos pintados en su equipo de seguridad, pues la pandemia los imposibilitaba de saltarse los protocolos sanitarios para dejar su trabajo por algunos minutos.
“Nuestro objetivo es acatar solamente los dictados del gobierno que nosotros elegimos democráticamente”, aseguró el director del hospital en el distrito de Gangaw, Aung San Min.
La desobediencia civil de los médicos se enmarca en el llamado nacional que hizo Suu Kyi previo a su detención. La líder convocó al pueblo birmano a “rechazar el golpe y a resistir rotundamente” la imposición de una nueva dictadura militar en el país, en un comunicado que emitió su partido, la Liga Nacional para la Democracia, poco después de su arresto.
Cacerolas y Juegos del Hambre en Rangún
En Rangún, cientos de personas golpearon cacerolas y ollas durante la mayor parte de la noche del martes y la madrugada del miércoles en protesta contra el nuevo gobierno castrense. En las calles de la capital económica del país, la gente también coreó “que se vaya el mal” o tocó el claxon de sus autos para pedir la liberación de los líderes democráticamente electos por el pueblo.
Al igual que en la vecina Tailandia, el uso de los tres dedos al aire, tomada de la popular película Los Juegos del Hambre, se convirtió en el máximo símbolo de rechazo al autoimpuesto gobierno en Myanmar. Tanto los médicos como los habitantes de Rangún han utilizado el gesto del sinsajo durante sus manifestaciones para señalar su silenciosa oposición al golpe de Estado en el país.
Con Información de Agencia Anadolu, The Bangkok Post, The South China Morning Post y Reuters.
Edición: Laura Espejo
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