La defensa de Tampa Bay terminó su gira de redención con un campeonato de Súper Tazón. Abrumada por Patrick Mahomes y Tyreek Hill durante una derrota ante Kansas City en la semana 12 de la campaña regular, una joven secundaria de los Bucaneros cambió el guión en el Súper Domingo al apagar al dúo eléctrico de los Jefes en una victoria por 31-9.
El profundo novato Antoine Winfield Jr. y el apoyador de segundo año, Devin White, lograron las intercepciones seis y siete del equipo en una carrera de postemporada que también incluyó victorias sobre los futuros miembros del Salón de la Fama, Drew Brees y Aaron Rodgers, y los Bucs limitaron a la ofensiva de alto puntaje de Kansas City a 350 yardas y ningún touchdown, un gran cambio tras una mala actuación en lo que terminó siendo la última derrota de los flamantes campeones en la temporada.
El entrenador en jefe Bruce Arians le dio crédito al plan de juego del coordinador defensivo Todd Bowles, que mezcló y trató de disfrazar coberturas para obligar a Mahomes a retener el balón el tiempo suficiente para que los efectivos y agresivos linieros de Tampa Bay incomodaran al mariscal de campo de los Jefes. Básicamente, los Bucaneros pudieron presionar a Mahomes sólo con cuatro, lo que fue clave al permitir que mucha gente se quedara atrás para evitar los grandes pases y jugadas explosivas.
"Creo que (Bowles) se cansó un poco de escuchar lo imparables que eran (los Jefes)”, expresó Arians. Fue la primera ocasión que Kansas City no anota touchdown desde 2017.
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