Texto y foto: Sputnik
La Jornada Maya

Moscú, Rusia
Lunes 1 de octubre, 2018

Las dos Coreas iniciaron el lunes (hora local) del desminado en algunas partes de la zona desmilitarizada entre ambos países, informó Yonhap citando al Ministerio de Defensa surcoreano.

La eliminación de las minas terrestres empezó en la llamada área de seguridad conjunta y en una zona de Cheorwon, provincia de Gangwon, donde se excavarán el próximo año los restos de medio millar de combatientes caídos durante la Guerra de Corea (1950-53).??

“Las dos Coreas harán esfuerzos conjuntos para garantizar que su acuerdo militar se lleve a cabo de manera sistemática y normal”, señaló el Ministerio de Defensa surcoreano en una nota de prensa.

El comunicado hace referencia a un acuerdo que los jefes militares de ambas naciones suscribieron en septiembre pasado, tras una reunión que el presidente surcoreano, Moon Jae-In, y el líder del Norte, Kim Jong-un, mantuvieron en Pyongyang.

El acuerdo continúa la política de distensión proclamada por ambos dirigentes en la Declaración de Panmunjom, en abril pasado.

En la declaración de esa reunión, las dos partes reafirmaron el objetivo de lograr la desnuclearización completa de la península de Corea, poner fin a las acciones hostiles, reanudar las reuniones de las familias separadas por la guerra y mejorar las relaciones bilaterales, incluyendo la apertura de una oficina de enlace conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong.


Lo más reciente

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

La entidad con la lista nominal más grande es el Estado de México

La Jornada

99.8 millones de mexicanos tienen derecho a ejercer su voto este 2 de junio: INE

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Especial: Fauna Nuestra

Ana Ramírez

Serpiente bejuquilla, una flecha en la selva

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

Cuando a Mérida le cambió el rostro

Es peor que una sentencia de muerte

Las dos caras del diván

Alonso Marín Ramírez

Es peor que una sentencia de muerte