La Jornada Maya
Foto: Afp
Curitiba, Brasil
Miércoles 10 de septiembre, 2018
El encarcelado ex presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, presentó este lunes otro recurso para mantener su candidatura en las elecciones del 7 de octubre, pese a que la justicia brasileña le dio plazo hasta el martes, para que el Partido de los Trabajadores (PT) le designe un remplazo.
Cada bando cuenta sus puntos. En el Tribunal Superior Electoral (TSE) se le denegó por la mañana extender ese plazo, el cual vence a las 19 horas (22 horas GMT) del martes; en tanto, los abogados de Lula cuentan con una nota, en la cual el Comité de Derechos Humanos de la ONU ratifica su pronunciamiento, a favor de que el ex mandatario sea candidato y haga campaña, aunque esté preso.
También la defensa de Lula presentó un nuevo recurso ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil para prolongar la incógnita hasta el 17 de septiembre, cuando el TSE debe zanjar la totalidad de los casos relacionados con los comicios.
Lula, cuya candidatura fue invalidada el 1º de septiembre por el TSE, a causa de su situación judicial, recibió durante el día en su celda de Curitiba a sus abogados y a su compañero de fórmula, Fernando Haddad, mencionado como su probable sustituto.
Sin embargo, hasta ahora, el jefe histórico de la izquierda, que lideraba las encuestas antes de la impugnación de su nombre, no dio señales de querer abandonar la partida, sin unas últimas estocadas.
Esta actitud causa tensiones en el PT, el cual puede verse excluido de las elecciones, sino acata el plazo del TSE. La directiva nacional del partido se reunirá este martes en Curitiba.
El comandante en jefe del Ejército, Eduardo Villas Boas, calificó de "intento de invasión a la soberanía nacional" el pedido de acatamiento al pronunciamiento del Comité de Derechos Humanos de la ONU y advirtió, en una entrevista publicada el domingo, por el diario [i]O Estado de S.Paulo[/i], que la autorización de la candidatura de Lula "afrontaría tanto la Constitución como la Ley de Ficha Limpia, quitando legitimidad (...) y dividiendo aún más a la sociedad brasileña".
Esa ley, promulgada por el propio Lula en el último año de su presidencia (2003-2010), determina que ningún condenado en segunda instancia, como es su caso, pueda presentarse a cargos electorales.
Cabe recordar que el ex presidente de 72 años, purga una pena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. Además, enfrenta otras cinco causas penales, de las cuales se declara inocente en todas y denuncia una persecución judicial y mediática para evitar que vuelva al poder.
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