El caso de Paola Schietekat, una mexicana agredida en Qatar

La vida como la conocía Paola Schietekat, una mexicana que residía en Qatar, dio un giro de 180 grados la noche del 6 de junio de 2021, cuando un conocido suyo entró al departamento donde vivía y la agredió físicamente.

Según relata, ese día, un hombre de origen colombiano, a quien había conocido en los grupos de redes sociales de la comunidad latina en Qatar, entró a la vivienda sin su consentimiento; cuenta que al intentar marcarle a la policía ambos forcejearon y él la golpeó hasta dejarla en el suelo.

"No se te ocurra decir que yo te golpeé" fue la advertencia que el agresor lanzó a la mexicana, quien tras los hechos dio aviso a su mamá —residente en México— y a un amigo del trabajo. Al día siguiente, Paola acudió a la policía para denunciar los hechos.

Las autoridades de Qatar le dieron tres opciones a Paola: no hacer nada, pedir una orden de alejamiento o llevar el caso hasta las últimas instancias. Por recomendación del cónsul Luis Ancona, la mexicana se decantó por la última opción sin saber lo que le esperaba.

Un día despues el caso dio un giro inesperado: Paola pasó de ser víctima a acusada, pues su agresor dijo que ambos sostenían una relación amorosa siendo que en Qatar están prohibidas las relaciones fuera del matrimonio.

"Me exigieron una prueba de virginidad y ahí fue cuando me di cuenta que todo se había complicado porque ya habían asumido que yo tenía una relación con este hombre", recuerda Paola.

"Culturalmente yo sé que es difícil para los árabes comprender el concepto de amistad, no es algo que se estile y por eso no maneje ese término. Ni mi abogada lo entendía", señala Schietekat, quien –asegura- erogó su ahorros para pagar su defensa, a pesar de que la Embajada de México está obligada a dar representación legal a los connacionales.

Paola explica que tener una relación extramarital es un crimen en aquel país, mismo que puede ser penado hasta con 10 años de cárcel y en su caso, al ser practicante del Islam, puede agravarse y ser sometida a 100 latigazos.

Gracias a su trabajo en el Comité organizador del Mundial de Catar 2022, la mexicana pudo, prácticamente, huir de ese territorio con destino a México aunque su caso sigue en proceso. Al respecto, la abogada de la mexicana le ha recomendado que se case con su agresor para que su caso sea desechado.

"Si me caso con él ya no habría ningún cargo en mi contra por una relación extramarital (...) sí lo consideré durante un tiempo", confiesa Paola, quien señala que este opción la meditó al verse frustrada por la dilación del caso y las acusaciones en su contra.

La segunda audiencia del caso se realizó el pasado 14 de febrero; sin embargo, esta quedó cancelada pues el agresor de la mexicana abandonó Qatar y al lugar no se presentó ningún representante de la Embajada mexicana. Será hasta el próximo mes de marzo que se celebre la siguiente audiencia.

Asistencia consular

En los meses transcurridos desde el hecho, Paola Schietekat ha acusado errores en la asistencia consular recibida, incluso complicaciones con el idioma árabe que jugaron en contra de su correcta defensa.

Este viernes, luego de que se conociera de una tarjeta informativa atribuída a la Secretaría de Relaciones Exteriores donde se asegura que Paola estaba consiente de las implicaciones de su caso, fue recibida por el canciller Marcelo Ebrard quien informó que el consultor jurídico de la SRE se hará cargo de defenderla.

“Agradecí a Paola su visita y la conversación. El Consultor Jurídico de la SRE, nuestro mejor abogado, se hará cargo de defenderla y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana. Le reconocí su valentía y resolución”, dijo Ebrard Casaubón en un mensaje en su cuenta en Twitter. 

En el limbo

Han pasado ocho meses desde que Paola regresó a México, su país natal, el cual abandonó desde los 19 años para asentarse y hacer su vida en Medio Oriente, una zona que -destaca- no es fácil para el sector femenino; sin embargo, estaba donde quería.

"No entiendo cómo de haber sido tan feliz en un país que, si bien es complicado de vivir como mujer, yo no tenía ningún problema. Y pasar a ser víctima y ahora, peor, a una acusada y no poder regresar a la vida que yo había formado. Siento que no sé qué más hacer, no sé a dónde ir. Me siento en un limbo", señala Paola en entrevista con Sputnik.

El portal www.nosinmujeres.com indica que Paola Shietekat Sedas es licenciada en Relaciones Internacionales y Antropología de la Universidad Americana de Kuwait, con maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford.

Se desempeña como economista del comportamiento en la Unidad de las Ciencias del Comportamiento del Comité Supremo para la Entrega y el Legado de Qatar. 

Antes de eso fue asesora para la Unidad para la Igualdad de Género en la Cámara de Diputados. Paola vivió cuatro años en Kuwait, en donde trabajó como analista política en la Embajada de México en Kuwait y dirigió una organización para la protección de los derechos de los trabajadores migrantes en la región. 

En 2016, su investigación sobre violencia sexual instrumentalizada ganó el premio al mejor ensayo en la Conferencia de Asuntos Internacionales de la Academia Naval en Estados Unidos. Paola es autora de la novela Kalashnikov y diversos artículos académicos y no académicos.    

Sobre su trabajo soñado, del que tuvo que alejarse tras este episodio vivido en Doha, Paola asegura: este sueño no me lo arrebató solamente el agresor, sino la malicia de un sistema judicial arcaico y la negligencia e indiferencia de un servicio exterior poco preparado.

Edición: Mirna Abreu