Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) logró la recreación del traje que usaba la princesa mixteca 6 Mono o Ñuñuu gracias al análisis de la iconografía de los códices Nutall, Selden, Colombino y Bodley.
El objetivo de confeccionar este atuendo es para recordar que en la época prehispánica las mujeres no sólo se dedicaban a las labores domésticas sino también fungían como gobernantes y guerreras.
En el caso de la princesa 6 Mono, quien nació en el año 1073 de nuestra era, destaca que tuvo un papel jerárquico según narran algunos códices y escenas pictográficas.
El trabajo, que combina arqueología vivencial y recreacionismo histórico, estuvo a cargo de Daniel Santos Hipólito, investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH; José Antonio Casanova Meneses, etnohistoriador del Grupo Atlatl México; y de Cristina y Victoria Aguilar Rojas, tejedoras.
Toda la indumentaria fue usada por la cantante Edith Aparicio Martínez, de San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo.
El INAH explicó que el nombre de la princesa 6 Mono deriva de la calendárica prehispánica del día de su nacimiento y que ella se convirtió en heredera del señoría de Jaltepec luego de que sus hermanos fueran sacrificados.
La princesa mixteca es representada como una gobernante y guerrera que usaba un tocado trenzado, orejeras, huipil, blusa de serpiente o de guerra, así como muñequeras, collares y armamento bélico.
Para confeccionar la indumentaria se usó madera de encino con incrustaciones de pedernal para las macanas y lanzas. También se usaron plumas de ave de corral y caña entretejida, imitaciones de piedra verde y cascabeles de latón.
Las tejedoras demoraron seis meses en crear las prendas usando telar de cintura.
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