Sergio Ocampo Arista
Un reo falleció ayer por COVID-19, en el cereso de Chilpancingo, debido a que no recibió atención médica, denunció Eliseo Villar Castillo, otro de los reclusos.
Vía telefónica manifestó que los 900 reclusos viven en la incertidumbre "únicamente sábado y domingo llega un médico a dar consulta. Hay varios compañeros presos que están enfermos, no sabemos si del nuevo coronavirus, pero no han recibido atención médica".
Está situación, agregó, provocó que los reclusos "protestáramos con pancartas en las instalaciones del Cereso, en demanda de mejoras en el servicio médico, y en la comida y en la entrega de medicamentos".
A partir de esa protesta, denunció, "por instrucciones del director de penales, Isaias Martínez Juárez, trasladaron por la fuerza al Cereso de Acapulco, a los compañeros presos Vicente Celino Tellez, Filiberto Santiago Ramírez, y Raymundo Castillo Diaz, en donde los están torturando, y les exigen de 10 a 20 mil pesos a manera de extorsión".
Finalmente, Villar Castillo demandó la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores, y al Fiscal del Estado, Jorge Zuriel de los Santos su intervención y la destitucion de Martínez Juárez, quien "permite el ingreso de drogas a los Ceresos, con apoyo de la delincuencia organizada".
Edición: Emilio Gómez
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