Trabajaba para la OMS

Claudio Bañuelos
Foto: Claudio Bañuelos
La Jornada Maya

Aguascalientes, Ags.
18 de febrero, 2016

Desde hace tres años y tres meses la aguascalentense Norma Patricia Esparza está encarcelada en el condado de Orange, California, acusada de ser cómplice de homicidio, por lo que sus familiares solicitaron la intervención de las autoridades mexicanas.

Ella estudiaba sicología en el Pomona College en 1995, cuando fue violada. No denunció la agresión, pero se lo contó a su entonces novio, Gianni Van, de raíces vietnamitas, quien junto con otros dos sujetos golpeó y acuchilló al presunto agresor, el también mexicano Gonzalo Ramírez, lo que Esparza tampoco reportó a las autoridades.

Años después ella se graduó y siguió su carrera profesional en Europa, principalmente en España, donde se casó, para después irse a vivir a Suiza. Allí laboraba de investigadora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y catedrática de la Universidad de Ginebra, hasta noviembre de 2012.

Ese mes y año regresó a Estados Unidos para acudir a una convención y visitar a su madre Elena y a sus hermanos en Santa Ana, California, pero fue detenida en el aeropuerto Logan, de Boston, y desde entonces purga prisión en Orange, acusada de complicidad en el homicidio, a pesar de que su ex novio, quien ya había sido detenido, declaró que ella no había tenido que ver en el homicidio.

El 17 de abril de 2015 Esparza fue interrogada por la Fiscalía de Orange. Señaló que en 1995 Gianni Van la presionó para ubicar a Gonzalo Ramírez en un bar donde ella lo había conocido.

Gianni Van y sus cómplices invitaron a Ramírez a tomar unos tragos en una cabaña en las afueras del condado de Irvine, en presencia de Norma Patricia, pero ella se molestó con su entonces novio porque yo no quería verlo más (a su violador).

Kody Tran y Shannon Gries, amigos de Van, sujetaron a Ramírez y le preguntaron a ella si él la había violado. Ella comenzó a sollozar. Ramírez levantó la cabeza y le dijo: Yo no te conozco. Cuando los tres comenzaron a golpearlo, fuera de la cabaña, ella les gritó: ¡No se puede hacer eso! ¡No lo pueden matar!

El cuerpo de Ramírez fue encontrado en un callejón de Irvine a la mañana siguiente, con más de 30 cortes profundos hechos con un cuchillo de carnicero. Tenía los ojos vendados.

El fiscal cuestionó a Esparza por qué mintió repetidamente a los investigadores en los años recientes. Ella reconoció que se casó en secreto con Van durante la investigación sobre la muerte de Ramírez para poder argumentar privilegio conyugal y no testificar contra él.

–¿Usted quería declararse inocente? –preguntó el fiscal.

–Sí –respondió Esparza.

–¿Y quería demostrar que los otros eran los malos? –continuó.

–Sí.

En septiembre pasado la acusada acordó declararse culpable de encubrimiento y de inculpar a su ex novio, lo que le permitiría purgar una pena de sólo seis años como cómplice y no cadena perpetua como homicida.

Desde El Taray, en la zona rural de la capital de Aguascalientes, donde nació Esparza, ahora de 41 años de edad, su tía, Adelaida López Ruvalcaba, pidió que el gobierno de México la ayude porque es mexicana; su esposo está en Francia con la hija de los dos. Queremos que se haga justicia.

Su primo Daniel Briones López comentó: Pedimos que la apoyen para que pase menos tiempo en la cárcel. Ellos se fueron de aquí hace mucho, pero ella es una persona muy noble y servicial.

Federico Martínez, encargado de despacho de la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la entidad, indicó que desconocía el caso. Es un asunto terrible para una connacional. Seguramente en el consulado de México en Los Ángeles deben de estar apoyándola, pero en calidad de delegado especial no puedo emitir juicio alguno porque desconozco este proceso. La SRE debe tener conocimiento porque brinda atención a mexicanos en el extranjero, concluyó.