Casos de neurosis en menores va en aumento

Connie López
Foto: Infoqroo
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Lunes 19 de marzo, 2018

La inmadurez de los adultos en pareja ocasiona neurosis en los hijos, asegura un miembro de Neuróticos Anónimos, organización que cada vez atiende a más menores de edad, incluso de ocho años.

En entrevista, Marco Antonio, quien no revela sus apellidos por tratarse de un programa anónimo, detalló que lleva más de 20 años en un grupo de Neuróticos de Cancún y su objetivo es ayudar de manera similar a Alcohólicos Anónimos.

El entrevistado dice que la neurosis "nos altera la forma de vida, no podemos controlar nuestras emociones como celos, ira. Hay psicoterapia con reflejos personales; no hay médicos, sólo el deseo de cambio".

En ese sentido dijo que hay dos tipos de neuróticos, los explosivos, que se alteran de un momento a otro y pueden llegar a los golpes, insultos, gritos, a imponer miedo.

Y los pasivos, que se reprimen, que guardan sus emociones y muchas veces se le considera depresión.

De los primeros, la gente huye, añadió; con los segundos, se corre riesgo de que se suiciden.

En cuanto a las edades de quienes acuden a estos grupos, explicó que hay un incremento en menores de edad, de hecho en Nueva Vida hay un grupo de jóvenes los sábados de 12 a 14 horas y cada ocho días llegan alrededor de 10 nuevos jóvenes, de entre ocho y 18 años.

"Tenemos jóvenes que han estado desde los nueve o 10 años y algunos ya están en la universidad".

Al preguntarle los motivos de la neurosis en menores de edad, Marco Antonio respondió que generalmente es la familia, "la inmadurez de uno, que dice que los ama y los abandona", o que trabajan todo el día para darles lo mejor.

Muchos niños son apagados, se aíslan, se meten al internet y cuando llegan a la adolescencia prefieren estar en otros lugares menos en la casa o en ocasiones se van de la casa.

Y es que lo que priva en una familia disfuncional es la falta de integración. "La lucha de orgullos del papá y la mamá que quieren tener el poder de todo los hace que quieran salirse de la casa".

Por otra parte, hay quienes les dan más a un hijo y menos a otro, sin saber que "ya estamos marcando el futuro de los hijos".

Para tener una familia íntegra también los papás somos los que necesitamos vernos nosotros, no ver a papá como un ogro y a mamá como una bruja, pero ellos son los que se ganan esos apodos, expresó.

Por eso es importante recuperar los valores, principalmente el respeto por uno mismo, "si estás falto de autoestima es ponérselo al nivel, no como príncipe azul, que no lo eres".

Luego de especificar que el grupo de autoayuda se basa en sus experiencias personales, dijo que la mayoría de quienes acuden a ellos presentan soledad e incomprensión.

"Venimos de una sociedad que completamente está marcada en el sentido de la publicidad, hoy la gente se basa mucho en el Google, se basa mucho en los comerciales".

De hecho consideró que de cada 10 personas que llegan buscando ayuda, se quedan cuatro o cinco, porque el proceso es lento, "hay personas que quieren que sea rápido en dos o tres meses, pero es una enfermedad física, mental y emocional".

Marco Antonio asegura que para detectar a un neurótico, se puede apreciar "simplemente la negación. El neurótico niega que es enojón y se siente solo, niega que así lo hicieron sus papás".

En la mujer, detalló, la falta de pareja, la incomprensión, coraje, ira, resentimiento.

Quienes padecen neurosis sienten enojo, rencor hacia el hombre, la mujer e hijos.

Aunque no tienen cifras, porque al ser un programa anónimo no llevan registro alguno, el entrevistado estimó que el 80 por ciento de quienes asisten a Neuróticos Anónimos son mujeres.

"La mayoría de los hombres terminamos teniendo una fuga: alcohol, cerveza, los amigos".

En ese sentido, lamentó que la mala información que se ha dado sobre los grupos de auto ayuda impida a muchas personas que padecen neurosis puedan acercarse en busca de ayuda.

"No cobramos y como no cobramos, la gente piensa que no puede haber recuperación", además reconoció que tanto la medicina, la psiquiatría y la religión pueden ayudar.