A un año del ataque al Blue Parrot, aún sangra la herida en Playa

Rosario Ruiz
La Jornada Maya

Playa del Carmen.
Lunes 8 de enero, 2018

El 2017 fue un año que marcó a Playa del Carmen por el azote de la violencia, que inició con los hechos violentos registrados a la entrada de la discoteca Blue Parrot la madrugada del 15 de enero. Al finalizar el año, la urbe rondó las 60 ejecuciones.

La balacera en el Blue Parrot, en donde cinco personas perdieron la vida, en pocas horas le dio la vuelta al mundo, por la talla internacional del Festival BPM, evento de música electrónica.

Tras ello, se modificaron diametralmente las condiciones de seguridad en Playa del Carmen, la cual pasó de tener una condición relajada a contar con unidades policiacas en cada esquina de la Quinta Avenida (paseo turístico emblemático del destino), por poner un ejemplo del reforzamiento de la vigilancia, situación que no ha sido fortuita ya que el sector empresarial presionó fuertemente para ser incluido en la toma de decisiones en la materia ante las autoridades estatales y municipales.

“Ese trágico hecho nos hizo reflexionar como destino y qué es lo que queremos como destino, qué queremos para Solidaridad, qué queremos para Quintana Roo; nos hemos caracterizado por ser un estado próspero, ha habido una coordinación muy importante del sector empresarial con el gobierno municipal, nos hemos dado cuenta que la fórmula es trabajar gobierno y empresarios de la mano”, señaló Ricardo del Valle Prieto, miembro de la mesa directiva del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya.

[h1]Trabajo coordinado[/h1]

Un ejemplo de este trabajo coordinado entre empresarios y autoridades de seguridad es la instalación de cámaras de última generación en puntos estratégicos de la zona turística de Playa del Carmen, las cuales brindan información inmediata al centro de comando C-4 de Solidaridad, así como en los negocios de la zona turística que puedan apoyar las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) en caso que ocurra algún incidente.

Éste ha sido motivo primordial, según afirmó Miguel Ángel Pech Cen, fiscal general de Quintana Roo, para que al momento no haya detenidos por el caso Blue Parrot, ya que los videos de seguridad fueron entregados a la Procuraduría General de la República para realizar la foto secuencia de los hechos y poder analizar y detectar los hechos de ese evento. Sin embargo, este material no ha sido entregado de vuelta a las autoridades estatales.

De las indagatorias se sabe por voz del fiscal que están sujetos a investigación el exdirector general de Seguridad Pública en Solidaridad, Luis Alfonso P.M. y la ex directora de la Policía Turística, quienes enfrentan este proceso en libertad con presunción de inocencia. El eje principal de esta investigación se enfoca en las facilidades que tuvieron los delincuentes para abrir fuego en la citada discoteca y huir impunemente del lugar de los hechos.

[h1]Caída en la ocupación[/h1]

A un año de estos hechos que lastimaron la imagen de Playa del Carmen internacionalmente, la opinión del sector empresarial y hotelero se encuentra dividida, ya que al enfrentar una ocupación del 35 por ciento en la primera semana del mes de enero en los hoteles de la zona turística, el factor económico comienza a pesar y se escuchan voces que piden un replanteamiento de la política de no festivales masivos impulsada desde el gobierno municipal.

“Cristina Torres encontró un barco hundido y lo ha llevado bien a flote y ha hecho un buen trabajo, pero desgraciadamente los festivales que se hacían nos generaban una derrama tanto hotelera como gastronómica, a taxistas y restaurantes, en todos lados, nos duraba la efervescencia de fin de año todo enero, hasta parte de febrero; ahora, como se han cancelado algunos festivales, estamos muy bajos en comparación con el año pasado, alrededor del 25/35 por ciento en comparación al 100 por ciento del año anterior”, mencionó Carlos Solís Heredia, empresario hotelero de la Quinta Avenida.

Dentro del sector empresarial y por parte del representante de los pequeños hoteles ante la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM), Andrea Lotito comentó que continúan evaluando conforme se va desarrollando el mes de enero los alcances de la decisión de suspender este tipo de eventos en el destino turístico.

“Hemos estado al pendiente de quién llegaba en este fin de año y durante esta primera semana, justamente con la preocupación de entender si un festival de música electrónica era nuestra única opción en Playa del Carmen y especificamente en estas fechas, por este motivo hemos estado vigilando los comentarios en redes sociales, la afluencia a los restaurantes, la venta de actividades recreativas, y la llegada de turistas”, comentó Lotito.

También hizo hincapié en que según la información que tienen a la mano, “un año después podemos decir que falta mucho por hacer y es oportuno esperar por lo menos hasta la segunda mitad de enero para entender a fondo las estadísticas, pero en breve el turismo sigue llegando numeroso, han regresado las familias, los restaurantes venden más, los tours se contratan más, las tarifas no han bajado” por lo cual asegura que en la balanza de mayor seguridad ante derrama económica, prefieren al turismo familiar que el de eventos masivos.

“El turismo familiar también busca la diversión y frecuenta los bares, pero no requiere de eventos masivos que secuestran la ciudad y la venden como algo que no es; un escenario anónimo donde sólo vas a bailar. Podemos ofrecer mucho más porque pocos tienen lo que ofrece la zona. Y el turismo familiar es el que se había alejado de Playa por ruido y todo lo anexo a los festivales masivos”, remató el consejero de la AHRM.