Quintana Roo: una historia de amor a la tierra

Joana Maldonado
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 7 de octubre, 2019

“Quintana Roo no brotó de la nada… fueron hombres y mujeres que lucharon para rescatarlo”, resaltó Fabián Herrera Manzanilla, cronista de Chetumal, al recordar que gracias al Comité Proterritorio Federal, Quintana Roo fue reconocido hace 45 años como un estado libre y soberano; de lo contrario, habría pasado a ser parte de Yucatán y Campeche.

En la sede de la Casa de la Crónica en el parque de los Caimanes en Chetumal, Herrera Manzanilla, heredero de la historia de la capital de Quintana Roo desde donde se gestó el Comité Proterritorio, cuenta que la historia de Quintana Roo surge el 24 de noviembre de 1902 cuando fue creado como territorio federal en el gobierno de Porfirio Díaz.

Ahí, cita el cronista, empieza el derrotero histórico de Quintana Roo en donde entre los habitantes de este “nuevo enclave” comenzaba a “surgir el arraigo y cariño a la tierra, y a fincar su porvenir y futuro y heredarlo a sus hijos”.

Herrera Manzanilla apunta que entre ciclones y epidemias que ocurrían por aquellos tiempos, en Payo Obispo –ahora Chetumal– se fue gestando el amor al terruno, en donde “nada los amedrentó y siguieron con su esfuerzo de hacer habitable este rincón recóndito e incomunicado”, pues sólo había manera de llegar por la vía marítima y después por la vía aérea.

Años más tarde, en 1931, el gobierno federal que presidía Pascual Ortíz Rubio promovió una iniciativa para desaparecer Quintana Roo y dividir el territorio entre Campeche y Yucatán.

Cuenta que una vez que se recibieron las primeras noticias en Payo Obispo sobre lo que pretendía hacer el gobierno federal, se integró Comité Proterritorio Federal, encabezados por el doctor Enrique Barocio Barrios, quien en 1925 fue gobernador del entonces territorio federal.

El Comité se integró un 6 de octubre de 1931, y ahí empezó la lucha social. Este hecho es el antecedente más directo sobre lo que los quintanarroenses vislumbraban para esta tierra, que era convertirlo en estado libre y soberano.

Aunque el movimiento Proterritorio es importante, la historia de Quintana Roo no puede dejar de lado la Guerra de Castas, un movimiento social maya que en sus inicios representa la génesis de nuestro estado.

“Los mayas troquelaron lo que en un futuro iba a ser el territorio de Quintana Roo, a ellos también los debemos recordar, porque la Guerra de Castas fue un factor determinante en 1902”.

Admite sin embargo que muchas regiones tuvieron que ser colonizadas para alcanzar el límite poblacional que marcaba la Constitución, pues para los años 70’s cumpliría poco más de 70 años como territorio federal.

La iniciativa para convertir a Quintana Roo como estado libre y soberano fue presentada ante el Congreso de la Unión por el presidente Luis Echeverría Álvarez el 2 de septiembre y en un proceso legislativo rápido pues en un mes ya se había publicado en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo en el que nuestro estado y Baja California eran reconocidos como entidades federativas en México.

“En los primeros años de vida fueron júbilo y algarabía con el anhelado auto gobierno que se lograba. Fue uno de los movimientos sociales y políticos registrados más importantes en el estado, y principalmente en la capital. Payo Obispo se registró el Comité Proterritorio federal, que sin ellos hoy seríamos campechanos, si ellos no hubiesen integrado ese comité y luchar y oponer resistencia, fue una lucha no armada, sino social y político que no claudicó hasta conseguirlo”, apuntó.

Por mencionar algunos de los integrantes de dicho Comité, se encontraban Enrique Barocio, Belisario Pérez, José Marrufo, Mariano Angulo Medrano y Pedro J. Cervera, de los que incluso hay un monumento a la entrada de Chetumal.

Quintana Roo desde entonces es un estado basado en el turismo, pues desde aquellos años en Isla Mujeres y Cozumel ya se llevaba a cabo esta actividad y Cancún se sumó en lo posterior, destinos que no tardaron en consolidarse a nivel nacional e internacional con la presencia de tres aeropuertos internacionales, mientras que en la zona sur se contaba con la zona libre, lo que fortalecía la sede de los tres poderes.

Con 45 años de vida, Quintana Roo “tiene un futuro y ofrece un futuro promisorio y las condiciones para superar cualquier circunstancia”, concluyó.