Playenses deleitan su paladar con nieves y mezcales oaxaqueños

Juan Manuel Valdivia
La Jornada Maya

Playa del Carmen, Quintana Roo
Martes 30 de abril, 2019

Orgullosas de su identidad y tradición oaxaqueña, mujeres como Patricia Rosas Velazco y Josefa García acuden con sus mezcales y nieves a la Guelaguetza, muestra artesanal y cultural que se realizó en la explanada del Palacio Municipal de Playa del Carmen del 12 al 28 de abril.

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Ataviada con un colorido huipil de la Cuenca del Papaloapan, Patricia Rosas Velasco es oriunda de Santiago Matatlán, población situada en los valles centrales de Oaxaca, donde su gente se dedica al cultivo del agave y producción de mezcal, práctica ancestral.

“Mi tía Gloria Santiago Romero es la dueña de un palenque en Santiago Matatlán, donde elaboramos varios tipos de mezcales. Ella es la tercera generación, nosotros somos la cuarta y pues ahorita hay niños que se están involucrando en todo lo que tiene que ver con el mezcal, desde el corte del agave, la cocción, el destilado y su fermentación hasta el envasado”, explicó Rosas Velazco.

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A sus 42 años ha recorrido casi todo el país gracias al mezcal, con el tradicional de gusano hasta aquellos más sofisticados como tobalá, espadín, pechuga y sus diversos sabores (piñón, coco, maracuyá, piña, pistache y vainilla, etcétera).

“Hemos estado en Aguascalientes, Durango, Zacatecas, Nuevo León, Jalisco y Guerrero. Viajamos todo el año para venderlo, dando a conocer nuestro producto, que es lo que nos apoya a nosotros, después del terremoto (19 de septiembre de 2017), se estancó un poco la actividad en Oaxaca”, comenta doña Patricia, una de las 60 expositoras que presentaron en Playa del Carmen lo mejor del arte, la cocina y las tradiciones.

Beso oaxaqueño

La frescura de una nieve de limón contrarresta los efectos del calor, pero sabores exóticos como el beso oaxaqueño, que combina el jugo de frutas cítricas con mezcal, o la de pétalos de rosa de castilla con almendras conquistan los paladares, comenta Josefa García, originaria de Oaxaca, quien junto con su familia se presentó en la Guelaguetza.

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El proceso para hacer las nieves se realiza de manera artesanal. “Todas las mañanas preparamos los sabores concentrados de las nieves; le ponemos hielo y sal, después le damos vueltas y vueltas durante dos horas y media o tres para congelar esa nieve”, relata doña Josefa, tercera generación que se dedica a la venta y elaboración de este producto.

Durante la mayor parte del año viaja por todo el país llevando sus tradicionales nieves, con más de 40 sabores diferentes, entre ellos guanábana, maracuyá, leche quemada, nuez, sorbete, arándano, pistache y las que de manera continua inventa para el gusto de sus clientes, como el beso zapoteco preparado con frutas secas.

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“La que más nos solicitan, por donde quiera que vayamos recorriendo la República, es la Beso de Ángel, esa se lleva el primer lugar”, cuenta Josefa García, quien invita a las nuevas generaciones a continuar con las tradiciones y la cultura que se manifiesta por medio de la gastronomía.