Profepa clausura desarrollo inmobiliario Ynfinity

Carlos Águila Arreola
Foto: Twitter @PROFEPA_Mx
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Jueves 16 de noviembre, 2017

Tres meses y tres días después, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso una multa de un millón 56 mil 860 pesos, clausuró en forma definitiva el desarrollo inmobiliario Ynfinity, y ordenó la restauración inmediata de 14 mil 160.86 metros cuadrados de ecosistema costero.

De acuerdo con la ordenanza de la Profepa, se podría colegir que la ya construida primer torre de tres, con 81 departamentos de lujo (243 en total), con un costo individual que parte de cinco millones de pesos, podría ser derrumbada.

El 11 de septiembre pasado, la autoridad ambiental inició un procedimiento administrativo contra el proyecto localizado en Malecón Tajamar por carecer de una evaluación y autorización en materia de impacto ambiental para construir un desarrollo inmobiliario en un ecosistema costero.

Sesenta y cinco días después se dio a conocer la resolución administrativa contra la persona moral denominada “Vanguard Caribe Comercializadora, SA de CV”, responsable del proyecto, que ratifica que el desarrollador realizó obras sin contar con la autorización en materia de impacto ambiental que emite la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Las sanciones administrativas y económicas, así como la clausura impuesta como sanción, se aplican contra el desarrollo turístico hotelero “Elementhal”, conocido comercialmente como Ynfinity, construido a casi 500 metros de la laguna Nichupté, en Malecón Tajamar del municipio de Benito Juárez.

El pasado 11 de septiembre, la Profepa ordenó la clausura total temporal de Ynfinity, tras constatar que se construía sin la autorización de impacto ambiental que emite la Semarnat. A continuación las 17 obras clausuradas en el desarrollo inmobiliario.

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Previamente, el pasado martes 7 de noviembre la Profepa repuso los sellos de clausura en atención a un escrito y una denuncia pública, donde se acusaba el presunto retiro ilegal de los sellos y el reinicio ilegal de obras.

Tras el proceso de inspección a cargo de la delegación federal de la Profepa en Quintana Roo, se comprobó que la construcción estaba en un ecosistema costero: en el área afectada hay ejemplares de flora y fauna de vida silvestre como mangle botoncillo y blanco, así como ejemplares de selva en estado de sucesión secundaria.

Entre otros, se destacan chaca ([i]Bursera simaruba[/i]), chechén ([i]Metopium brownei[/i]), jabín ([i]Piscidia piscipula[/i]), tzalam ([i]Lysiloma latisiliquum[/i]), ficus ([i]Ficus obtusifolia[/i]), ciricote de playa ([i]Cordia sebestena[/i]); subín ([i]Acacia cornigera[/i]) y guaje ([i]Leucaena leucocephala[/i]), en su mayoría arbustos con altura promedio de cinco metros.

También se detectó la presencia de fauna silvestre como el zanate ([i]Quiscalus mexicanus[/i]), garza blanca (Ardea alba), cormorán ([i]Phalacrocorax sp[/i]), cenzontle ([i]Mimus gilvus[/i]), calandria ([i]Icterus auratus[/i]) y la iguana rayada o espinosa ([i]Ctenosaura similis[/i]), que está enlistada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, como especie amenazada.

La Profepa destacó que se actuó con fundamento en lo dispuesto en el artículo 171 fracción I de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, conocida por sus siglas como la LGEEPA.