Carlos Águila Arreola
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Cancún, Quintana Roo
Domingo 15 de octubre, 2017
En febrero pasado, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reveló que desde hace ocho años (2009) Quintana Roo es el estado con más embarazos en adolescentes del país; ahora, el Observatorio de Violencia Social y de Género de Benito Juárez dio a conocer que cada año, cuando menos, 140 menores de 14 años son víctimas de violación.
En términos de fecundidad, el promedio nacional de nacimientos en mujeres de 10 a 19 años por cada mil es de 69.5, y Quintana Roo registra 96.4 –seguido por Nayarit (89.5) y Chiapas (89.1)–, y muchas de las embarazadas precoces son parte del dantesco escenario de las niñas que, dentro o fuera del hogar, son víctimas de incesto, comercio sexual infantil, pornografía infantil, embarazos forzados e inseminación forzada.
El IPAS México (International Projects Assistance Services, por sus siglas en inglés) –Servicios de Asistencia de Proyectos Internacionales, organización que busca aumentar la capacidad femenina para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos– alertó afecciones físicas y sicológicas, incluido el riesgo de morir, en niñas encinta menores de 15 años.
[b]Mayor riesgo de mortalidad[/b]
La asociación civil explicó que hay mucho mayor riesgo de mortalidad y morbilidad maternas (secuelas a la salud por la gestación) en las niñas cuando llevan a término un embarazo, que si decidieran interrumpirlo en condiciones seguras.
Si los embarazos en menores son por violencia sexual, el Estado debe garantizar el aborto pero, sobre todo, salvar la vida según la Norma Oficial Mexicana 046, que establece derecho a la interrupción y atención médica urgente, una de las causales en 14 entidades del país –aún no en Quintana Roo– por las que se puede interrumpir un embarazo.
Celina Sánchez Izquierdo, secretaria técnica del Observatorio de Violencia Social y de Género, alertó que las mujeres más vulnerables en Quintana Roo son las niñas, y explicó que el embarazo infantil es una de las consecuencias más dramáticas de violación, además de ser un delito: “Ninguna menor puede dar consentimiento sobre su cuerpo a esa edad”.
Detalló que los embarazos de menores son considerados de alto riesgo porque sus huesos y cuerpo no se han terminado de formar para el parto, por lo que hay cuatro veces más peligro de defunción materna en ese sector. La tasa de mortalidad de neonatos de niñas menores de 14 años es 50 por ciento superior que en otros grupos de edad.
[b]Impunidad[/b]
Celina Izquierdo lamentó que por falta de material documentado de ese tipo de violencia muchos de esos casos quedan impunes, además de que Quintana Roo tiene los índices de delitos sexuales más altos del país y no hay campañas que garanticen los derechos de las mujeres o que concienticen a los hombres.
“No hay una postura de la sociedad ni del gobierno del estado al respecto, por eso sigue proliferando todo tipo de violencia”, acusó, y agregó que como no hay un instrumento que indague la situación en las niñas menores de 15 años, es muy probable que esos hechos se den más que en las mayores.
La investigadora aseguró que todos los hechos de violencia en las calles en donde se involucran las jóvenes no sólo terminan con la vida de una o varias, sino que siembran el miedo en una enorme franja de adolescentes que como consecuencia retraen su acción y participación social por temor a que les suceda algo.
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