Se oponen a que Bacalar sea Área Natural Protegida

Joana Maldonado y Carlos Águila Arreola
Foto: Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 25 de septiembre, 2017


“Declarar Área Natural Protegida de Flora y Fauna a Bacalar, frenará el desarrollo de la zona sur de Quintana Roo”, es el argumento que un grupo de ejidatarios y propietarios de predios utilizan para oponerse a la propuesta que impulsa la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conamp), Amigos de Sian Ka’an y gobierno del estado, para declarar protección en un polígono de 219 mil 818 hectáreas en Bacalar y Othón P. Blanco, que incluye parte de la laguna de Bacalar y bahía de Chetumal.

[b]Justificación[/b]

De acuerdo al Estudio Previo Justificativo para el establecimiento del Área Natural Protegida, denominado “Área de Protección de Flora y Fauna de Bacalar” (APFFP) financiado por el Programa de Manejo de Áreas Naturales Protegidas (Pronamp) de la Conamp y elaborado por Amigos de Sian Ka’an e investigadores, se establece un polígono de poco más de 219 mil 818 hectáreas que abarca los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco en 12 ejidos y 18 localidades.

El polígono establece su importancia por la presencia de especies emblemáticas y protegidas que tienen riesgo de supervivencia como los estromatolitos, caracol chivita, gavilán caracolero, mariposas, reptiles y aves, así como mamíferos y peces.

“La presencia de Bacalar, entre los estados con mayor recepción de visitantes, le confiere un potencial turístico que, por un lado, constituye una oportunidad de desarrollo social y económico; por otro, un riesgo a la frágil riqueza ambiental que caracteriza a un cuerpo de agua de origen kárstico, así como a las selvas y humedales que la rodean. En ese contexto, un área protegida, sumada al programa de ordenamiento ecológico local, al plan de desarrollo urbano, a un programa estricto y adecuado de colecta y tratamiento de aguas residuales harán posible el desarrollo sustentable de los municipios de Othon. P. Blanco, Bacalar y, en general, del sur de Quintana Roo”, cita el estudio.

Asimismo, añade que el decreto del APFF será un mecanismo que facilite la gestión institucional de otros procesos para la preservación de los valores ambientales de los ecosistemas, representados dentro del área.

“Por las características físicas, biológicas y socioeconómicas hasta ahora descritas, un área de protección de flora y fauna es el instrumento jurídico idóneo para proteger a una serie de ecosistemas que rodean la laguna de Bacalar, un cuerpo de agua único en México y en el mundo, por su extensión, belleza paisajística, biodiversidad y conectividad con la selva maya y el arrecife mesoamericano, dos ecosistemas de relevancia continental y global”.

[b]Rechazo[/b]

Por su parte, ejidatarios y pequeños propietarios de una treintena de localidades de Bacalar conformaron un frente para rechazar y desmentir su participación en dicho estudio, circulado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la asociación civil Amigos de Sian Ka’an para la creación del área.

“El rechazo es total porque en las áreas protegidas el desarrollo turístico habitacional es nulo, y si se decreta nos condenaría a la pobreza; desconocemos qué intereses hay detrás, pero si lo que pretenden es que nos dediquemos a las actividades manuales, a hilar hamacas y vender artesanías están totalmente equivocados”, advirtió el presidente del comisariado ejidal de “La Península”, Roberto Salgado Sangri.

Además, cuestionaron el argumento ambiental como justificante para decretar un área protegida porque en el municipio de Othón P. Blanco hay un Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) y en el de Bacalar hace meses se recaban opiniones técnicas de las autoridades de los tres niveles para emitir el suyo.

“Por consiguiente, no hay necesidad de una área protegida porque tenemos los POEL, que son instrumentos que delinean los usos de suelo para proteger el medio ambiente; además, parte de lo que se quiere «proteger» abarca incluso el Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano (PDUM de Chetumal), lo que es una incongruencia.”

Lo que sí es necesario, sostuvieron los quejosos, “es que las autoridades cumplan con su obligación y se aboquen en la construcción del drenaje sanitario a lo largo de la costera de Bacalar. De esa forma se reducirá la contaminación que afecta a la laguna”.