Peligra una de las zonas más tradicionales de Cancún

Hugo Martoccia
Imagen tomada de Google Maps
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Miércoles 23 de agosto, 2017

Una de las zonas más tradicionales de Cancún, de las pocas que guardan el viejo encanto de la ciudad planeada, es amenazada por la desidia del gobierno municipal de Remberto Estrada, que no quiere poner un alto a las constantes violaciones al Plan de Desarrollo Urbano (PDU) en la zona.

Un grupo de vecinos del retorno Naranja de la supermanzana 2A, en el primer cuadro de la ciudad, ha denunciado que tan solo en los últimos meses se ha puesto en funcionamiento un hostal, se planea la construcción de al menos dos edificios de condominios, y se trabaja en la remodelación de una casa (posiblemente también para hostal) aún cuando hay sellos de clausura del propio municipio.

Todas esas construcciones, remodelaciones y giros comerciales son ilegales, porque violan el PDU.

Por eso, los vecinos se agruparon y enviaron oficios a todas las direcciones encargadas del tema, y nadie les ha contestado. O mejor dicho, recibieron dos contestaciones.

En una de ellas les dijeron por oficio que su queja la veía la Dirección de Imagen Urbana y Vía Pública, que no tiene nada que ver con el tema. La otra contestación se las dio el propio Remberto Estrada la semana pasada.

“Estudio el tema y les hablo en una hora”, les dijo el alcalde. Aún lo están esperando.

[b]Sucesión de oficios sin respuesta[/b]

El primer oficio lo enviaron el 23 de noviembre pasado. Estaba dirigido al alcalde, y a las direcciones de Desarrollo Urbano, Ecología, Fiscalización, Ingresos y la Contraloría municipal.

En síntesis, lo vecinos pedían “que se respete el uso y destino de suelo del retorno Naranja de la Supermanzana 2A, manifestando nuestro rechazo a la apertura de cualquier negocio o giro comercial en nuestra calle ya que el uso de suelo es Habitacional Unifamiliar de Baja densidad”.

El 3 de abril enviaron otro oficio, directamente dirigido a Jorge Hammeken, director de Desarrollo Urbano, con el mismo planeamiento, pero explicando cada una de las violaciones al PDU que se estaban realizando.

El 16 de mayo recibieron la primera contestación, en la cual Jorge Hammeken les envía un oficio en donde les dice que su tema ya ha sido girado a la dirección de Imagen Urbana, “para que no se autorice los permisos de uso y destino de suelo”.

Pero el problema es que esa dirección no tiene nada que ver con dichas autorizaciones, de acuerdo al reglamento interior de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología. Según parece, se los quisieron quitar de encima.

Luego de ello, siguieron dos oficios más. Uno del 31 de julio, otra vez dirigido al alcalde y Desarrollo Urbano. Y finalmente para la dirección de Organización Comunitaria, para ver si ésta podía interceder ante las demás áreas.

Pero nada sucedió.

[b] La respuesta de Remberto[/b]

Días atrás, los vecinos buscaron a Remberto Estrada en un evento público. Hablaron con él, le explicaron la situación, y le mostraron todos los oficios enviados.

El alcalde quedó en estudiar el tema y comunicarse una hora más tarde. Por supuesto, nunca lo hizo.

El problema de fondo es que se permite la violación flagrante de la Ley, sin que nadie intervenga. En privado, funcionarios de esta administración y de otras anteriores, dicen que “los usos y costumbres” de esa zona de la ciudad permiten ir migrando hacia un uso comercial de las casas. Pero eso no es legal.

En esa calle funciona ilegalmente un hostal, y en una casa que tiene varios sellos de suspensión emitidos por el propio Ayuntamiento se trabaja sin recato. Entran y salen materiales y albañIles todos los días.

Hay dos domicilios en donde se pretenden construir condominios, y un tercero que aún no está muy claro pero todo indica que será lo mismo.

La supermanzana 2A es una de las primeras de Cancún. Aún guarda el estilo del proyecto original: casas habitación y parques. Su uso de suelo es exclusivamente Residencial Habitacional Unifamiliar.

Mantener o no toda esa zona como está, merece un debate profundo sobre la ciudad en la cual se va a convertir Cancún. Lo que no se puede hacer es permitir que se viole la ley, y que el nuevo perfil de la ciudad se construya en las sombras.