Degradación imparable en Yum Balam

Carlos Águila Arreola
Foto: Google Maps
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Miércoles 07 de junio, 2017

Un colectivo de 22 organizaciones, encabezado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), solicitó el 24 de abril la intervención del relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho al Agua y el Saneamiento, el brasileño Léo Heller, para detener la degradación ambiental del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam.

Sandra Linette Moguel Archila, directora regional de la Oficina Sureste del Cemda, denunció que la zona, donde está la isla de Holbox está totalmente abandonada por las autoridades municipales, estatales y federales, y alertó sobre la incesante tala de mangle, construcciones y modificaciones ilegales y descarga de aguas residuales en sitios de pesquerías.

La activista señaló que el 24 de abril se envió una carta a las autoridades federales y locales pidiendo su presencia en Yum Balam, ante la terrible serie de ilícitos, y posteriormente el 7 de mayo por el tema de la falta de saneamiento y saturación del sistema de drenaje en Holbox, que provoca que el efluente se desborde y llegue a manglares y playas.

Hasta ahora no hay ninguna respuesta, ni de recibido, lamentó la titular regional del Cemda.

Sandra Moguel expuso que en la carta al relator de la ONU se expone que hay fuerte presión para construir y operar infraestructura turística de alto impacto, sin que haya políticas e inversión suficiente para garantizar los servicios básicos a la población y los visitantes.

“Eso pone en grave riesgo el derecho humano al agua limpia, así como la riqueza natural y valor ambiental del área, lo que generaría que los océanos y lagos se conviertan en zonas muertas, y muchos depósitos de agua subterránea se contaminen, lo que amenaza los medios de subsistencia de quienes dependen de los servicios de esos ecosistemas”, apuntó.

La ambientalista refirió que Yum Balam alberga más de 311 especies de animales silvestres entre aves, mamíferos, reptiles, insectos, arañas y mariposas, y también se pueden avistar especies en peligro de extinción como el mono, jaguar, puma, ocelote, manatí, entre otros.

Moguel Archila enlistó seis ilícitos que “diario se cometen en Holbox y Chiquilá –el puerto desde donde se cruza a la ínsula– ante la negligencia y/o complacencia de las autoridades”; el principal, el incremento de desmonte y rellenos ilegales de manglar; seguido de la tala sin control en la selva del poblado de Solferino (a 15 kilómetros del puerto).

El tercero, la infinidad de construcciones sin autorización en la llamada Isla Chica –zona poblacional de Holbox–; cuarto, los incendios en el centro de transferencia y Chiquilá; el quinto es el uso sin control de redes de pesca que degradan los recursos pesqueros y afectan a especies protegidas como las tortugas marinas, cocodrilos y manatí, entre otras.

El sexto, que no hay vigilancia suficiente ni regulación de la pesca legal, y no se impide la furtiva en la zona marina de Yum Balam, por lo que es urgente que las autoridades se coordinen con las diferentes autoridades (Marina, Policía Municipal, Gendarmería Ambiental) para aumentar su presencia en la zona.