Carlos Águila Arreola
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya
Cancún, Quintana Roo
Lunes 10 de abril, 2017
Casi 30 por ciento de la población quintanarroense no puede adquirir la canasta básica alimentaria, de acuerdo al sueldo que percibe, según el estudio Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El mismo análisis echa por tierra el triunfalismo ancestral del gobierno estatal, que siempre ha presumido ser la meca del empleo debido a la alta actividad turística; sin embargo, apenas logró posicionarse en el lugar 10 de las entidades con menores índices de pobreza laboral, al cuarto trimestre de 2016.
De acuerdo con el mismo estudio, la entidad con mayor porcentaje de pobreza laboral es Chiapas, con 69.6 por ciento, mientras que Baja California Sur está en el último lugar con sólo 19.3 por ciento de su población en la misma situación; es decir, es el estado con el menor número de habitantes que no pueden comprar la canasta básica.
El Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza no es una medición de la pobreza; sin embargo, sirve como señal preventiva de corto plazo sobre la situación del ingreso laboral de las familias en relación al costo del conjunto de alimentos básicos.
En Quintana Roo, la pobreza laboral al cuarto trimestre de 2015 estaba en 30.2 por ciento. En comparación con las cifras actuales cayó tres décimas, colocándose en 28.9 por ciento, cuando una de las metas de la actual administración es disminuir más esos dígitos.
Otro rubro que aborda el estudio es la informalidad en los trabajos, que creció en 2016, ya que en el primer trimestre de ese año era de 44 por ciento, pero al cierre hubo un alza hasta el 46.6 por ciento.
Pese a que en 2015 Quintana Roo mantenía una deuda pública de 5.8 por ciento del producto interno bruto (PIB) estatal, cayó en 2016 a 6.9 por ciento, aunque en la actualidad la entidad es una de las más endeudadas del país.
No obstante, no todos los números son malos: el registro al tercer trimestre de 2016 mostró un crecimiento económico de 9.6 por ciento, el más alto en comparación al cierre del cuarto trimestre de 2015, cuando cerró con 3.6 por ciento, el número más bajo en dos años.
Al mismo tiempo, el estado generó 31 mil 817 empleos formales durante el último trimestre de 2016, cuando la meta eran 17 mil, superando el objetivo casi al doble de lo planeado.
En cuanto al tema de productividad, al tercer trimestre del año pasado, en Quintana Roo se producían 146 pesos por hora trabajada, superando la media nacional de 133 pesos.
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La Jornada
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