El "Elefante blanco" abrirá sus puertas

Carlos Águila Arreola
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Domingo 5 de marzo, 2017

A una semana de abrir, dos sexenios en proyecto, cinco años de construcción y equipamiento, una inversión superior a mil millones de pesos e inclusive “inaugurado” por dos administraciones –y aún está fuera de operación–, el nuevo Hospital General de Cancún fue construido por cinco empresas que presuntamente participaron en la red de saqueo de recursos públicos del ex gobernador Roberto Borge Angulo.

El proyecto ejecutivo se planteó en 2005 como una promesa de campaña del entonces candidato a la gubernatura Félix Arturo González Canto, pero se empezó a construir con recursos federales hasta 2012, al inicio de la gestión de Borge, y ahora a Carlos Manuel Joaquín le tocará concluir, todavía con más recursos, el cascarón que le heredaron.

Según la denuncia del empresario Carlos Mimenza Novelo ante la Procuraduría General de la República (PGR), las compañías Maguibo, Constructora y Promotora Malibrán, Desarrollos Simca, Construcciones Complementarias del Golfo y Distribuidora de Medicamentos Zuera, todas sociedades anónimas de capital variable, se hicieron cargo de la obra que sigue en el limbo por falta de infraestructura médica y, principalmente, personal básico para operación.

El 11 de marzo, 120 pacientes ya tendrán que estar en el nuevo “Jesús Kumate Rodríguez”, obra que por séptima ocasión recibe fondos federales, ahora por cuatro millones 300 mil pesos para concluir fallas de estructura en la zona de quirófanos, de acuerdo con Ignacio Bermúdez Meléndez, director del nosocomio.

Con el nuevo monto, la suma invertida en la construcción, infraestructura y equipamiento, en los últimos ocho años, llegaría a los mil 100 millones de pesos, con lo que el [i]elefante blanco[/i], como ha sido bautizado el hospital por el gremio médico de Quintana Roo, abriría sus puertas a la comunidad el próximo sábado, el segundo de marzo.

La millonaria inversión empezó el 18 de septiembre de 2012, cuando los Servicios Estatales de Salud otorgaron a la empresa Maguibo el primer contrato de construcción por 76 millones 741 mil 973 pesos. Un año después, la dependencia otorgó otros cuatro contratos.
El primero a Edificación y Señalización del Sureste, por 87 millones 454 mil 059 pesos; a Construcciones Complementarias del Golfo, por 84 millones 976 mil 311 pesos; otra vez a Maguibo, por 81 millones 937 mil 509 pesos, y 56 millones 392 mil 85 pesos para Constructora y Promotora Malibrán.

En 2014, el flujo disminuyó y sólo se benefició a Maguibo con 64 millones 829 mil 434 pesos; pero 2015, ya para cerrar la gestión borgista, cuatro contratos más, dos a construcción, para las empresas Desarrollos Simca, por 73 millones 758 mil 534 pesos, y Construcciones Complementarias del Golfo, por 39 millones 025 mil 079 pesos.

Y para equipamiento se otorgó contrato a Distribuidora de Medicamentos Zuera, por 260 millones 868 mil 926 pesos, mientras que Grupo Ginara recibió todo para la partida electromecánica por cuatro millones 133 mil 448 pesos.

Desde mayo de 2016, la promesa de inauguración fue aplazándose mes con mes porque, según el ex titular de Salud, Juan Lorenzo Ortegón Pacheco, había sido insuficiente el monto destinado a la quinta etapa (150 millones de pesos), para el área de hospitalización e instalación de equipo médico. En julio, la fecha de inauguración se volvió a recorrer.

Lo que no dijo entonces Ortegón Pacheco fue que los retrasos se debieron al desvío de fondos, al mal manejo de los recursos federales y al daño a la hacienda pública federal, lo que reveló el reciente dictamen de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) 2015.

Carlos Mimenza señaló como responsables del saqueo en su denuncia al ex gobernador Roberto Borge, al ex titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, Juan Pablo Guillermo Molina; al anterior auditor, Emiliano Novelo Rivero, así como al actual auditor Javier Félix Zetina González, primo del actual senador Félix Arturo González Canto.