Carlos Águila Arreola
Foto: Unidad del Vocero
La Jornada Maya
Cancún, Quintana Roo
Viernes 3 de marzo, 2017
La Secretaría de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi), del gobierno de Roberto Borge Angulo habría desviado cerca de 70 millones de pesos para asuntos electorales, de acuerdo con Julián Javier Ricalde Magaña, actual titular de la dependencia.
En su Informe de la Cuenta Pública 2015, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) pidió al gobierno de Quintana Roo aclarar y entregar la documentación que justifique el gasto de 67 millones de pesos ejercidos por la Sedesi, porque se sospecha que fueron gastados electoralmente; de no hacerlo, tendrían que devolverse.
Ricalde Magaña añadió que, por otra parte, el porcentaje de carencia por hambre nunca fue medido y es que uno de cada tres quintanarroenses es pobre, y siete por ciento vive en situaciones mínimas extremas de satisfacción en alimentos, vivienda, educación y seguridad.
La ASF reveló un probable daño a la hacienda pública federal, y por ello pidió documentos que demuestren la aplicación de esos recursos, si fueron o no ejercidos; en caso de no presentar la justificación, la dependencia deberá reintegrarlos a la Tesorería de la Federación, informó Julián Javier Ricalde.
“Se incluye un monto de tres millones 222 mil pesos que no fue aplicado de los recursos disponibles al 30 de abril de 2016 del Fondo de Infraestructura Social (Fise) 2015”, detalló el funcionario estatal.
También, los programas Reciclando basura por alimentos y Brigadas del bienestar, creados por la administración de Roberto Borge como estandarte de apoyo a grupos vulnerables, están congelados por su ineficiencia al aplicar partidas y no realizar mediciones y estadísticas del nivel de pobreza en la entidad.
El titular de Sedesi explicó que ese dinero fue asignado por el gobierno federal a esos programas de apoyo social, pero los funcionarios borgistas lo desviaron para fines electorales y hasta el momento siguen sin comprobar el uso o destino que se les dio.
“En su dictamen, la Auditoría se refiere a programas como [i]Prospera [/i]y pregunta si tuvo o no los alcances para quitar el hambre a la población; el asunto es que no hubo claridad y transparencia en la aplicación de recursos.
El funcionario comentó que el porcentaje de hambre nunca fue medido, aunque se sabe que aumentó en los últimos años: una de cada tres personas es pobre en Quintana Roo.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval), la carencia por acceder a los alimentos aumentó más de cinco por ciento, pues en 2012 la tasa era de 18.6, y en 2014 creció casi seis puntos a 24 por ciento, lo que implica un total de 80 mil personas afectadas.
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