Ante pandemia, empresarios de QRoo orientan su producción a los cubrebocas

Joana Maldonado
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Martes 5 de mayo, 2020

Artesanales, coloridos, artísticos, de distintas telas y materiales, para todos los gustos y aficiones; los cubrebocas se han convertido también en un accesorio que muestra la personalidad de quien lo porta, y también en una actividad económica alternativa de artistas, artesanos y diseñadores ante la pandemia.

Es el caso de Roberto Cárdenas, propietario de la empresa Sublímate, con sede en Cancún y que está dedicada a la confección e impresión de uniformes, playeras, cojines, banderas y manteles, cuyo principal mercado es el hotelero.

"Yo le vendo a los hoteles y a los parques temáticos, obviamente está todo parado y en la necesidad buscamos alternativas y empezamos a hacer cubrebocas con diseño", explica Roberto, quien comercia en redes sociales y plataformas cubrebocas con diseños mexicanos que han tenido gran aceptación, pues su producción ha aumentado hasta en un 200 por ciento desde que inició la contingencia.

Sublímate confecciona los cubrebocas de doble tela y un filtro interior y semanalmente produce hasta mil piezas, pues su mercado se extiende a todo el país a través de plataformas digitales de comercialización, en donde vende al menudeo y mayoreo.

Roberto Cárdenas crea en cada cubrebocas diseños con motivos mexicanos de modo que están pensados en función de dar identidad a las personas y que lo comparten en sus redes sociales.

[b]¡De dos a tres caídas![/b]

En Chetumal Factor Nazi, un luchador enmascarado que además se dedica a la confección de equipo para el deporte de las llaves y los costalazos con distribución en todo México e incluso a otros países, también dio un giro a su producción para elaborar temporalmente algunos cubrebocas que también han tenido muy buena aceptación, sobre todo entre aficionados al cuadrilátero.

"Al no haber funciones de lucha libre, nos ha obligado a buscar la manera de salir adelante, unos amigos me animaron a hacerlo y pues resultó como una manera para generar recursos", precisa Factor Nazi, cuya producción hecha artesanal alcanza los tres o cuatro diarios por el trabajo y detalle que conlleva cada uno.

Su trabajo está inspirado en las máscaras de grandes luchadores mexicanos como Blue Demon, El Santo, La Parka, Dr. Wagner, Carístico, Máscara Sagrada, Súper Muñeco, Tinieblas, Atlantis entre muchos otros y cada uno le lleva muchas horas por el detalle con que es elaborado.

Factor Nazi confecciona los cubrebocas con el material original de las máscaras, lo que garantiza su calidad, pero sin dejar la funcionalidad al colocarle doble filtro.

"Mi ética no me deja utilizar un material que no sea resistente o no tenga calidad, los vendo en 100 pesos cada uno, creo que es justo el precio por el trabajo porque la situación para todos es difícil", comenta.

[b]Para recaudar recursos[/b]

Leticia Chaverri tiene un negocio pequeño en Playa del Carmen de prendas artesanales con bordados mexicanos, y durante esta cuarentena ha generado una producción de cubrebocas con diseños sublimados principalmente influenciados por el arte tradicional oaxaqueño.

A diferencia de los casos antes citados, que se han dado como una alternativa económica, Leticia Chaverri ha dispuesto de las utilidades que se generan con este producto para apoyar la preparación de alimentos en comedores comunitarios y la adquisición de algunos medicamentos.

"Lo hice más que por negocio, para poder apoyar, ahorita soy voluntaria y estamos apoyando, los vendo y me permiten dar un poquito más, porque la producción es pequeña", relata Leticia, quien ha producido unas 100 piezas que son elaborados con una tela especial y que se han comercializado en Playa del Carmen y Ciudad de México.

Edición: Enrique Álvarez