Es un gran orgullo apoyar a nuestros paisanos: brigadistas

Rosario Ruiz
La Jornada Maya

Tulum, Quintana Roo
Lunes 27 de abril, 2020

En esta contingencia sanitaria ha cobrado notoriedad un grupo de personas: los gorras amarillas. Cientos de voluntarios han dado su tiempo y esfuerzo para llevar despensas a las personas más necesitadas del estado. Hasta la semana pasada, fueron entregados más de 427 mil apoyos alimentarios a los habitantes de Quintana Roo del parte del gobierno estatal, y el sábado arrancó la segunda etapa en Cozumel, Tulum y Leona Vicario.

Más de mil brigadistas recorren todo el estado para entregar casa por casa las despensas a las familias. Alicia Yama Ek y Joel Beh Kumul son parte de ellos; desarrollan su labor en el municipio de Tulum y están muy orgullosos de apoyar a sus paisanos en esta contingencia.

Alicia es voluntaria del Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICAT). Ella es de la población de Señor, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto y habita en Tulum, habla maya y esa ha sido su mejor herramienta para acercarse a los pobladores de las comunidades rurales.

“A mí me tocó Yalchen y San Juan de Dios. A los habitantes puedo decirles que seguirá llegando el apoyo que da el gobierno, solo que deben esperar para que llegue hasta sus casas, que no salgan, que se cuiden”, dijo.

A sus 46 años, es madre de dos hijos y ama de casa, pero el realizar esta labor es para ella una satisfacción personal: “es una labor que se hace como altruismo, siempre me ha gustado ayudar pero nunca lo había hecho de esta forma, el saber que puedes ayudar a una persona, ir con la gente de la zona maya, llegar allá y que ellos te digan gracias para mi eso es algo increíble, no podría explicarle la emoción, lo que se siente”.

Señaló que ha reflexionado sobre la labor que realizan y pese a que usan el equipo de protección (cubrebocas, chaleco, guantes y sombrero) sabe que también corre riesgo su salud; “estoy consciente de los riesgos cuando salimos al campo pero el poder ayudar a alguien no tiene precio”.

Joel Beh, otro de las gorras amarillas, tiene 32 años y es originario de Chemuyil. Su gusto por el voluntariado lo ha llevado a trabajar con varias asociaciones civiles de la zona y ahora con la contingencia sanitaria tiene oportunidad de contribuir con este programa del gobierno del estado.

Recibimos palabras de agradecimiento pero también nos externaron que necesitan otros tipos de ayudas, como láminas, medicamentos, un montón de cosas… y pues es explicarles que ahora por la contingencia sólo se les dará la despensa, que es para que ellos puedan tener la tranquilidad para quedarse en casa y no poner en riesgo su salud”, aseguró.

Mencionó también que al principio algunas personas veían con extrañeza que no les entregaran las despensas en sus manos; “hay que explicarles que es parte del protocolo, para cuidar su salud no podemos acercarnos”, por lo cual las despensas se entregan a pie de casa o en alguna superficie donde el beneficiario indique.

“Antes de entregarles la despensa les explico que no es mala educación, porque mucha gente se ofendía al principio, pero ya explicándoles te van entendiendo”.

Señaló que en la zona maya sí se ha respetado el mandato de quedarse en casa: “sí saben lo que está pasando y ves a muy pocas personas en la calle”.

Luisa Cano, coordinadora de los voluntarios en Tulum, explicó que el programa de apoyo alimentario se lleva a cabo por instrucciones del gobernador Carlos Joaquín González y en coordinación con el Ayuntamiento de Tulum, presidido por Víctor Mas Tah. Destacó también la actuación de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rocío Mendoza, y añadió que las cuadrillas de voluntarios están bajo la supervisión de Virgilio Gómez Morales.

“Ha sido muy valorado por la población el hecho de que el apoyo sea llevado casa por casa, sienten que son tomados en cuenta, que ellos no tienen que trasladarse a ningún punto sino que la ayuda llega a ellos”, mencionó.

Hasta ahora han llegado a Macario Gómez, Francisco Uh May, Antorcha Campesina, Cobá, San Pedro, Chanchen Primero, Hondzonot, Sacamucuy, San Juan de Dios, Chanchen Palmar, Yaxché, Yalchen, Chemuyil y Akumal.

Reconoció que los brigadistas “están de manera voluntaria dando su tiempo y esfuerzo. Ver la sonrisa y como te recibe la gente para nosotros es una experiencia muy bonita que nos llevamos”, concluyó.

Edición: Elsa Torres