“Los estromatolitos también necesitan sana distancia, si los tocas se mueren”, es el mensaje de la nueva campaña de protección a estos ecosistemas desde la sociedad civil organizada a la que se ha agregado la dirección de ecología del Ayuntamiento de Bacalar. De esta forma, la comunidad toma acciones para cuidar el recurso que les brinda sustento.
Unidos en torno a acciones que garanticen la conservación de su patrimonio más importante, la icónica laguna de los siete colores, el estudio Amo Bacalar diseñó y puso en marcha esta campaña para difundir la importancia de la conservación de la salud de los estromatolitos e intentar reducir el impacto sobre ellos de manera permanente, pero en especial en el marco de los periodos vacacionales.
A estas medidas se ha unido el Ayuntamiento de Bacalar a través de la difusión mediante las redes sociales de la dirección de Ecología y la publicación de una guía de buenas prácticas para la operación, conservación y regulación de la laguna de Bacalar.
Dicha guía de buenas prácticas incorpora medidas como no tocar, no subirse o sentarse en los estromatolitos, tampoco anclarse ni apoyar ningún tipo de embarcación; no usar protector solar para nadar dentro de la laguna, ni realizarse mascarillas ni exfoliación con la arena de la laguna o sacar al caracol chivita de su ambiente natural, además de no tocar ni anclarse a los manglares o evitar nadar o caminar entre los carrizos.
“La laguna de Bacalar es el hogar de la mayor población de estromatolitos de agua dulce del mundo y junto con los manglares forman el mejor equipo de biofiltro, encargado de darle la transparencia y pureza a sus aguas. Su presencia en la laguna es realmente esencial”, señala la campaña de Amo Bacalar.
También acota que en los últimos años se ha vivido la tala y quema indiscriminada de vegetación nativa, el mal uso de agroquímicos, deficiencias en los sistemas de drenaje, carreteras mal construidas y sobre todo el afán de explotación turística de los recursos, que son, entre otras muchas, las causas por las cuales la laguna de Bacalar puede perder sus colores.
“La comunidad de Bacalar está activa y alerta frente a toda esta problemática, realizando acciones y uniendo su fuerza con diferentes instituciones y poco a poco el tejido social se va logrando para enfocarnos en lo más importante: tomar acción aquí y ahora y corresponsabilizarnos entre todos los sectores, tanto público, privado e institucional, y unir la visión para el bien común y del recurso del cual todos por igual disfrutamos y nos da sustento”, explica Luli Labat, de Amo Bacalar.
El mensaje fundamental de la campaña es mantenerse a una distancia mínima de dos metros de los estromatolitos.
Edición: Laura Espejo
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