En Bacalar, cuidar el ambiente no está peleado con el desarrollo: experta

En Bacalar existe un problema social que se asocia a la especulación de la tierra y a la falta de ordenamiento territorial, que sumado al anuncio de mega proyectos como el Tren Maya “con la esperanza de por fin tener el desarrollo y los recursos que trae este tipo de mega proyectos”, hace prevalecer la falsa idea de que cuidar el ambiente significa ir en contra del desarrollo, cuando la gente se ha percatado ya que el ambiente está deteriorado y el turista y el desarrollador ya no quiere invertir en un lugar que se está enfermando, opinó Luisa Falcón Álvarez, del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La experta, que ha trabajado por muchos años en estudios sobre la contaminación, refiere que desde la academia se ha propuesto que Bacalar sea un sitio Ramsar o incluso un Área Natural Protegida (ANP), lo cual no ha sido bien recibido socialmente.

“Yo creo que tiene razones históricas y sociales, pero independientemente de buscar un estatus de conservación lo que se necesita para llegar a este desarrollo tan deseado por tanta gente es evitar el deterioro en la salud del ecosistema”, consideró la especialista. Se trata, dijo, de un tema de implementación de modelos agrícolas y de desarrollo que son históricos.  

Acotó que Quintana Roo ha llegado a un exceso de deforestación aunque existen ejidos que tienen un buen desarrollo agrícola en el cual no deforestan y se centran en cultivos que son apropiados para la región, pero considera que hay un problema que no se aborda y es el que prevalece en las comunidades menonitas.

“Es un problema grande porque hay un desarrollo en el sur de Quintana Roo que tiene una afectación directa sobre salud de la laguna por comunidades menonitas pero que si se abordara desde la regulación de qué tipo de cosecha se puede llevar a cabo en un ambiente cárstico en donde todo se filtra, como es el sur de Quintana Roo, seguramente se podría resolver”, explica. 

No obstante aduce que el problema es que no se aborda desde el tema agrícola y no se ha regulado sobre qué tipo de agricultura realizar o qué tipo de desarrollo turístico llevar a cabo, por lo que Bacalar se “vuelve un poco tierra de nadie y eso va afectando a la gente”. 

Reconoce que en materia turística los operadores de tours han hecho un esfuerzo gigantesco por regular actividades y el propio Ayuntamiento de Bacalar tiene una campaña de conocimiento del manglar y de reciclaje junto con la comunidad y hay una campaña de conocimiento de los estromatolitos, pero al no ir acompañado de una política o de un acompañamiento a nivel estatal o federal pues persiste un 300 por ciento extra de lanchas en la laguna.

“La conservación es para lograr un ordenamiento de las actividades que se llevan a cabo en un territorio y evitar así que cambie el estado de salud de esta región, en este caso de la laguna de Bacalar, lo cual lleva a que se puedan plantear actividades de crecimiento socioeconómico sustentable”, opina.

En este sentido, diversas organizaciones hicieron pública la Tarjeta de Reporte de la Laguna de Bacalar, dirigido a los tomadores de decisiones, que reporta que, desde 2020, el cuerpo lagunar muestra un deterioro en el ecosistema asociado a la entrada de agua superficial de mala calidad en la región norte, mortandad masiva del caracol chivita, aumento en la expansión urbana desordenada, altas tasas de deforestación y agricultura intensiva en la región.

“Estamos sugiriéndole a los tomadores de decisión una serie de recomendaciones. Básicamente es formalizar los instrumentos de planeación y ordenamiento. Obviamente hay que ordenar y regular las actividades del cuerpo lagunar, implementar las prácticas agrícolas que sean sostenibles para el territorio y el implemento de tecnología para el tratamiento de aguas residuales y por nuestra parte desde la academia vamos a seguir monitoreando la salud y la diversidad”, apunta Luisa Falcón.

La académica señala que, en la realización de dicha tarjeta, pudieron establecer que los estromatolitos funcionan como los arrecifes en el océano y son el hogar de las larvas de peces; que han habido avistamientos de cocodrilos de hasta dos o tres metros y manatíes  que suben hasta Laguna Guerrero.

En torno al megaproyecto del Tren Maya, dijo que están preocupados porque los tomadores de decisiones conozcan la información.

“El objetivo central del estudio fue el resumir toda la información que ya existe acerca de la laguna de Bacalar (…) el punto medular es tener en un sólo lugar la información asociado a la salud del ecosistema de la laguna, y en ese sentido el problema es el deterioro que hemos ido viendo en forma paulatina durante la última década”, indica.

Para redondear dicho reporte, la especialista apunta que la calidad del agua de la laguna se asocia a una serie de factores: el primero es la falta de tratamiento del agua residual, sumado  a la alta tasa de deforestación que abunda y a una serie de prácticas agrícolas intensivas que tienen una gran demanda de agroquímicos.

Edición: Laura Espejo