Especial: Mujeres, luz y saber
“La maravilla de la divulgación científica es que puede uno abarcar muchos temas, lo que no sucede cuando se es investigador científico”, mencionó Clementina Equihua Zamora, bióloga, doctora especializada en ecología vegetal e integrante del equipo de expertos que, en conjunto con el Banco de México (BdeM), diseñó los billetes que conjugan la historia con el patrimonio natural y que, a su parecer, son el mayor experimento de divulgación científica que se ha realizado en el país, pues millones de mexicanos y turistas tienen en sus manos un poco de historia natural.
La doctora impartió la charla Nuevos billetes de México. La naturaleza en tus manos como parte del mes temático de la niña y la mujer en la ciencia, del planetario Sayab de Playa del Carmen. Allí recordó que este proyecto de divulgación empezó en 2014, cuando se dieron las primeras reuniones de trabajo entre científicos y el BdeM para crear una nueva serie de billetes con medidas de seguridad que dificultaran su falsificación e incrementaran su durabilidad.
“Nunca pensamos que los billetes son material que se utiliza por alrededor de 126 millones de mexicanas y mexicanos y los turistas, entonces tienen que ser un material representativo de nuestra cultura, de nuestro país. Para sustituir la familia de billetes que estaba en ese momento propusimos incorporar elementos gráficos que representaran de forma amplia y diversa al país”, narró.
En este proyecto participaron, de parte de la UNAM, las facultades de ciencias, ecología, biología y geografía, el instituto de investigaciones históricas, instituto de investigaciones estéticas, instituto de investigaciones antropológicas y la coordinación de humanidades. También la Academia Mexicana de la Lengua, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Bellas Artes, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Colegio de México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, entre otras dependencias.
Un total de 25 expertos seleccionaron los ejes temáticos. Su propuesta como instituto de ecología fue “Patrimonio natural, cimiento de nuestra cultura”, cuyo objetivo era reconocer el valor del patrimonio natural como sustento de las diferentes culturas de México. Se hizo una compilación de las diferentes propuestas y partiendo de la clasificación de los ecosistemas se identificaron los componentes específicos en los que coincidieron dos o más expertos para tomar una decisión.
La familia G de billetes fue aprobada por la junta de gobierno del BdeM en agosto de 2015 bajo el lema “Identidad histórica, patrimonio natural”; en ella se muestran los procesos históricos que han consolidado nuestra nación y destacan el hecho de que nuestro país es poseedor de una gran riqueza natural, que es la materia básica del desarrollo económico y social.
“Soy la más feliz con mi giro profesional”, señaló Equihua Zamora, miembro del consejo directivo de Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (Somedicyt).
Destacó la presencia de figuras femeninas en los billetes: “cuando uno piensa en nuestros representantes históricos lo primero que se nos viene a la mente son los del sexo masculino y los historiadores del grupo de trabajo pensaron en Carmen Serdán y Hermila Galindo”.
Posteriormente se realizaron encuestas para evaluar la aprobación a los animales, los colores y otros detalles; así se descartó la figura de la serpiente y se adoptó la del ajolote, que es el que ha tenido mayor aceptación hasta ahora, llegando a ser incluso pieza de colección. Estos billetes impresos en polímero han obtenido diversos reconocimientos internacionales.
En el anverso se representan seis procesos históricos y al reverso seis ecosistemas, un ejemplar de flora y fauna y un sitio patrimonio de la Unesco. Quintana Roo tiene presencia en esta serie, pues en el billete de 20 pesos conmemorativo del bicentenario de la independencia aparece el ecosistema de manglares de la reserva de la biósfera de Sian Ka’ an, el cocodrilo mexicano y la garza chocolatera.
Respecto a la presencia de las mujeres en la ciencia en México, manifestó: “me da mucho orgullo decir que somos una comunidad de mujeres muy potente, tengo muchísimas colegas, muchas mujeres que se han decantado por las ciencias y es una comunidad muy interesante porque no solamente hay biólogas, también comunicadoras que han descubierto que esta es su rama de trabajo y la disfrutan muchísimo”.
La doctora Clementina también se desempeña como docente y apuntó con orgullo que en sus clases la mayoría son mujeres: “creo que (la divulgación científica) es un oficio que está empezando a ser más reconocido, está prosperando y con la pandemia se ha visto la gran necesidad que tenemos de comunicadores, divulgadores, necesitamos mucha mano de obra para hacer frente a la problemática que está ocurriendo”.
“Lo que se ganó con esto es la exposición, que ha sido sorprendente, la gente está feliz, en las encuestas salió que México está muy bien representado, la gente está orgullosa de su naturaleza. Se habla de los animales en peligro de extinción pero son más las plantas en peligro de extinción y eso puede tener un efecto peor, porque son parte importante para darle estructura al ecosistema”, dijo por último.
Visibilizar el trabajo de las mujeres y las niñas en la Ciencia debe ser causa común y permanente. Con ese fin La Jornada Maya y sus colaboradores te invitan a leer el especial ‘Mujeres, luz y saber’ con entrevistas, reportajes y opiniones que retratan los obstáculos que éstas afrontan para estudiar o trabajar en el campo científico, sus aportes profesionales a la vida cotidiana y el porqué son modelos a seguir.
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