Jessica Finkenthal, forjadora de Cancún, recuerda cómo era el paraíso en sus inicios

Jessica Finkenthal Ríos, presidente de la asociación Forjadores de Cancún, llegó a esta ciudad hace más de 30 años y aunque el cambio no fue fácil, ella estaba decidida a vivir en este paraíso. Las primeras visitas que hizo al destino fueron como sobrecargo en una aerolínea y un momento crucial que vivió fue el rescate de quienes quedaron varados en el huracán “Gilberto” en 1988.

“Esa fue una de las cosas que me dejó muy impactada, haber sobrevolado Cancún con todo lo que pasó después de “Gilberto”, son momentos importantes para todos e impresionantes. Pero cuando yo llegué aquí fue como directora de un spa en zona hotelera y después como empresaria”, relató.

Este 20 de abril Cancún cumple 52 años de su fundación y así como Jessica Finkenthal, otras mujeres cancunenses que han sido pilares en la construcción de este destino fueron homenajeadas por el Ayuntamiento de Benito Juárez con un acto realizado el pasado 17 de abril en el cual reconocieron su trayectoria.

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La entrevistada recordó que Forjadores de Cancún, la asociación que preside, son aquellos que llegaron a “picar piedra”, abrir brechas, a establecerse en el campamento de Puerto Juárez, convirtiéndose en las primeras acciones de obra que se hicieron en el destino.

“La familia de mi esposo tiene más de 45 años viviendo en Cancún, de hecho mi suegro fue el primer jefe de Migración, que vino a abrir Cancún para el turismo. Yo tengo más de 30 años, el universo conspiró y me trajo para acá, fue muy claro, yo tenía que estar aquí, haciendo labor social, apoyando a la gente que menos tiene… no pretende reconocimiento, simplemente me gusta trabajar con ellos y por eso presido Forjadores”, expuso.

Cancún, reconoció, ha crecido de forma impresionante en estos años, ahora con más de un millón de habitantes, lo que también ha generado algunos inconvenientes, que requieren de mucho trabajo para ser una mejor ciudad y para lo cual es indispensable la participación de todos los ciudadanos que la integran.

“Tenemos que fortalecer ese arraigo y amor a nuestro lugar, no nacimos aquí, pero Cancún nos ha recibido con los brazos abiertos, es trabajar en común, hay mucho que hacer, pero es un tema de ciudadanía, de mejorar muchas cosas que tenemos y obviamente con una administración adecuada”, opinó.

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Publicidad, agua alcalina y todo lo que trata de apoyar y aportar han sido los enfoques que Jessica ha buscado a lo largo de estas décadas en el Caribe mexicano; se integró a la Asociación de Mujeres Empresarias Capítulo Cancún prácticamente desde sus inicios, además de coadyuvar en la labor de asociaciones como la de Motociclistas Internacional, entre otras.

En toda esta labor, recordó, se ha encontrado con todo tipo de historias y con gente de todo el mundo, algo que también hace único a Cancún, una ciudad joven en la que las familias deben sumarse para hacerla un sitio mejor, que como muchos dicen “o te adopta o te bota” y que a ella la recibió con ciertos obstáculos, pero en donde encontró su hogar.

“Cancún me bateó dos años, me maltrató fuerte, pero yo venía decidida, yo no vine a ver si la hacía, yo vine a quedarme, vengo de la Ciudad de México y aquí me dio mi familia, lo más hermoso, dos hijos divinos cancunenses, un marido fabuloso y mis años por Cancún han sido maravillosos… amo salir y ver ese mar, que a veces no paso y ando en otras cosas, pero cuando lo veo digo: que bonito es vivir aquí y ser una ciudad tan completa”, afirmó con una sonrisa en el rostro.

Edición: Laura Espejo