Lamenta Observatorio Legislativo que la mayoría del presupuesto de BJ vaya al gasto corriente

Con la entrada en vigor de los nuevos presupuestos en Quintana Roo, tanto a nivel estatal como municipal, hay varios señalamientos y puntos en los que el Observatorio Legislativo sugirió atención, como en el caso de Benito Juárez, donde la mayor parte de los recursos se destina al gasto corriente, detalló Eduardo Galaviz Ibarra, representante de dicho organismo de la sociedad civil.

“Ha sido señalado por los regidores (de Benito Juárez) como un presupuesto histórico, porque de 4 mil 400 millones de pesos que tuvo en 2022, pasará a tener cerca de 5 mil 600 millones de pesos, es decir, un aumento de mil 155 millones de pesos, que representa 26 por ciento adicional a lo que corresponde el año 2022”, comentó el entrevistado.

Lo desafortunado, relató, es que esto no se dará por un aumento en la base de los contribuyentes, como sería lo ideal, sino que se aumentaron los procedimientos de cobros, entre impuestos y derechos, así como modificaciones a valores catastrales de hasta 400 por ciento, lo que redundará en este aumento en la recaudación.

Esto último incluso ha sido recurrido ante tribunales, por la falta de proporcionalidad, “por ello es que el presupuesto de egresos que se señala como algo histórico, lo será, pero para cobrarle más a los ciudadanos que siempre pagan contribuciones”.

Y lamentablemente, indicó Galaviz Ibarra, se trata de un recurso que se estará destinando nuevamente y en mayor proporción a una estructura de gasto corriente, es decir, a sueldos y gastos generales, no a inversión pública.

“Si bien es cierto que aumentó en 140 millones de pesos la obra pública que hubo en 2022, la mayor cantidad de esto se va en sueldos; tan sólo en Cabildo aumenta 34 por ciento su presupuesto para este año, un porcentaje mayor al que va a tener el presupuesto general”, compartió.

Desde el Observatorio se hizo un comparativo de cómo se gastó en 2022 y cómo se gastará en 2023, quedando claro que prácticamente todo estará en gasto corriente, con inversión mínima para una ciudad que requiere muchísima infraestructura.

Desde finales del año pasado, enfatizó, se hizo mención en varias ocasiones de que no existía la necesidad de aumentar los impuestos, ni el presupuesto, porque con los cuatro mil 500 millones que había tenido el municipio era suficiente para hacer obra si existía la decisión de no gastarlo en sueldos y salarios, “pero se hizo caso omiso, se elevó y no habrá más obra”.

Lo que queda ahora, dijo, es mantener una vigilancia constante sobre el manejo de todos los recursos, a lo largo de todo el año, para verificar que por lo menos se vaya destinando cada uno de los montos a lo que ha sido asignado y evitar situaciones que pudieran combinarse con temas electorales, esto encaminado hacia el 2024.

Edición: Emilio Gómez