Miles de personas, principalmente cancunenses, pero también muchos turistas nacionales y algunos extranjeros, estuvieron presentes en playa Delfines para la representación del Viacrucis.
Poco después de las 4 de la tarde comenzó la representación de algunas de las estaciones por las que pasó Jesús, desde que fue condenado hasta su muerte, con dos escenas extra que se incluyeron por primera vez: el bautismo de Jesús en manos de Juan Bautista, que se hizo dentro del mar y la Oración en el Huerto de Getsemaní, sobre la duna de la playa.
Las tres caídas, Jesús Encuentra a su Madre, La Verónica que limpia el rostro de Jesús, el despojo de sus vestiduras y cuando es clavado en la cruz, fueron algunos de los momentos que más emocionaron a los presentes.
Aunque sin duda lo que más emociona al público es la representación de la resurrección de Jesucristo en la playa, a quien lo acompañan una decena de niños vestidos de ángeles, ganándose la ovación de los asistentes.
El año pasado, luego de haber retomado la representación tras tres años de pausa por la pandemia, se invitó a los cancunenses a que se sumaran al elenco, lo que surtió efecto, pues en esta ocasión se retomó la representación completa, llegando a una duración de poco más de una hora.
La playa lució totalmente llena, pues además de los feligreses, miles de bañistas disfrutaron del clima para pasar el día en la costa, por lo que de nueva cuenta hubo vehículos estacionados sobre la banqueta en los alrededores del arenal.
Además de esta representación en la playa, en todo Cancún fueron alrededor de 22 congregaciones religiosas más las que tuvieron alguna conmemoración de este tipo por la Semana Santa.
En prácticamente toda la ciudad pidieron permisos para realizar diversos eventos, lo que significó también la movilización de elementos de tránsito para resguardar la seguridad de los transeúntes.
La celebración en estas congregaciones inició desde el jueves, con la visita de los siete templos, como es tradición, para el viernes asistir al Viacrucis y los actos litúrgicos propios de la iglesia católica.
Edición: Emilio Gómez
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