El investigador, comunicador y escritor Bernardo Caamal Itzá presentó en Playa del Carmen su libro Tsikbalo'ob yaan ichil: Relatos en el sáastun del Arux, escrito en español y maya, en el cual se adentra en diversos conceptos de la vida cotidiana en las comunidades mayas de la península de Yucatán.
“El libro trata de evidenciar cómo las familias mayas a partir de mi experiencia transmiten la cultura originaria, entonces la primera parte es autobiográfica; por otro lado, me adentro en los conceptos antiguos mayas, allí entra la cruz, no la católica sino la milpera, la perspectiva sacerdotal los x’menes y el Jéets' Méek', que es la ceremonia maya de presentación de los niños. El Jéets' Méek' es la relación con el entorno y te presenta a la sociedad, lo que te identifica como un ser social donde la primera comunidad es la familia”, narró el entrevistado.
Igualmente, profundiza en la importancia de la figura materna a la que considera no solamente como aquella mujer que da a luz y amamanta a una criatura: “tenemos a na’, (mamá en maya) palabra a la cual si se le quita la apóstrofe y se agrega una ‘y’ (nay) se convierte en sueño ¿y quién te permite soñar? ¿Quién te da cobijo? Entonces es un concepto muy profundo. Si a esa na’ le quitamos la apóstrofe y agregamos ‘j’ (naj) es casa, entonces la madre engloba los conceptos de protección, cobijo y crianza”, explicó.
Nacido en Peto, Yucatán y criado en San Felipe Oriente, un poblado del municipio José María Morelos, Quintana Roo, Caamal Itzá es ingeniero agrónomo egresado hace 30 años de la Universidad Autónoma Chapingo; se ha dedicado a la investigación y promoción de la cultura maya, en su caso desde la agronomía, trabajando en temas de cómo trabajar la agricultura desde el enfoque originario.
“Es muy interesante porque los que somos agrónomos nos forman con el conocimiento de la Ciudad de México, de las zonas templadas y muy pocos hablan de los tipos de suelo de la Península de Yucatán, que es muy diferente, la vegetación o el clima es tropical, los ciclos de cultivo, los tipos de comida… la universidad da una generalidad, no la pauta regional”, indicó.
Mientras para la agronomía es muy difícil producir en tres centímetros de suelo, para la cultura maya es sorprendente lo que se puede hacer en ese espacio, ello permitió levantar ciudades impresionantes como Chichén Itzá y lograr grandes avances en todas las ramas del saber. “Dicen que una cultura que no genera papa no genera desarrollo, no genera ciencia”, mencionó el autor.
Como mayahablante y heredero de la cultura maya se dijo impresionado de todo esto y por ello se ha dedicado a la investigación. También ha sido comunicador desde las radios indígenas con el personaje del “El arux”, cuya finalidad es platicar con la gente para conocer sobre sus costumbres. “Cuando yo empecé no había internet, WhatsApp o redes sociales, entonces a través de las frecuencia radiofónicas preguntaba a las personas qué sabían de la cultura maya y así interactuaba”, comentó.
Fueron más de 200 capítulos que se emitieron en 1996 en estaciones de Peto, Yucatán; Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, y Calakmul, Campeche.
Cuestionado sobre por qué escribe arux y no alux, explicó: “La península es como un cuadrado en el que están Yucatán, Campeche y Quintana Roo, en medio está Peto, mi pueblo, y allí todos hablan del arux, con ‘r’ y en la periferia todos hablan con ‘l’; de hecho hay una perspectiva de los lingüistas que me han dicho que no está bien que lo diga con ‘r’, yo les digo que la construcción de la lengua de un pueblo nace en el pueblo, no en la academia, entonces partiendo de esa perspectiva lo utilizo con ‘r’, como lo habla la gente, aunque también respeto que lo digan con ‘l’”.