Río Secreto

Texto y Foto: Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya

24 de diciembre, 2015

En Quintana Roo, el agua es un tema de preocupación actual, debido a la extracción, consumo y disposición en los destinos turísticos de Cancún y de la Riviera Maya, en donde la calidad del líquido potable está en riesgo por la contaminación de mantos freáticos que genera la infraestructura hotelera y el desmedido crecimiento urbano.

El país vive una situación de estrés hídrica por la escasez y calidad del agua, y proyectos como el Espacio de Cultura del Agua (ECA), destinado a la captación y aprovechamiento pluvial, son la respuesta a la falta de cultura para un adecuado uso y manejo integral.

El decimoquinto ECA de la entidad se construyó dentro del centro ecológico Río Secreto que es un impresionante espacio de cavernas y cenotes, ubicado en el municipio de Solidaridad. El presidente de Centinelas del Agua y dueño del parque ecoturístico, Francisco Córdova Lira, destacó su compromiso social para promover el cuidado y preservación de los recursos hídricos.

El empresario destacó que la asociación civil que representa enfoca programas a la educación y participación social para fomentar la cultura y, en consecuencia, la preservación del recurso más importante para la vida.

Se estima que en el mundo, 70 por ciento del agua se usa para la agricultura, como en la mayoría de lugares en México, pero en Cancún, como en el resto de Quintana Roo, sucede lo contrario: en la misma proporción se utilizado por el sector de servicios.

El turismo masivo causa un gasto desmesurado del vital líquido, ya que se estima que en los principales destinos turísticos del país, un visitante consume hasta entre cinco y siete veces más agua que la población local.

En promedio, solamente en Cancún y Riviera Maya se bombean 185 millones de litros diarios, de los que se desperdicia un 45 por ciento, alrededor de 83 millones 250 mil litros que desaparecen por mala infraestructura y operación.

Al mismo tiempo, un habitante ocupa cada semana 160 litros para bañarse, y 10 más para lavarse los dientes, de acuerdo con estadísticas de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA).

En el caso de la península de Yucatán y, en particular del estado de Quintana Roo, la disponibilidad aparentemente no es un tema de preocupación, porque existen grandes cantidades en el subsuelo.

Pero la calidad ha disminuido y la mayor preocupación estriba en que el agua es un bien que nos permite conservar el medio ambiente, las playas y costas, el principal producto de venta estatal en el mercado turístico internacional.

Un estudio de Razonatura, organización sin fines de lucro que apoya el desarrollo sustentable y la conservación de recursos naturales en México, concluyó que “no hay una cultura de agua de los quintanarroenses para conservar el recurso más preciado del destino. Las personas desperdician el agua sólo porque pueden, porque no hay escasez”.

Por su parte, el director del centro ecológico, Otto von Bertrab, destacó el compromiso de que los niños que asistan al espacio de cultura “Casita del Agua”, tendrán la certeza de que la naturaleza y el agua siempre se cuidarán y preservarán en “Río Secreto”, ya que es la principal política de esa empresa sustentable.

“Las características del suelo hacen al acuífero más vulnerable a la contaminación de origen antropogénico debido a las condiciones geohidrológicas de la zona, con una gran densidad de fisuras y conductos que permiten la infiltración de todo tipo de líquidos”, subrayó.

Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de Amigos de Sian Ka’an, ha señalado que la contaminación de los mantos acuíferos es grave, pero en Cancún se agudiza por el acelerado crecimiento poblacional que propició el desarrollo turístico; mismo que provoca la contaminación de los acuíferos estatales lo que, a su vez, repercute en los ecosistemas marinos: el agua es la columna vertebral de los sistemas económicos y ecológicos, sin tomar en cuenta que es vital para todos los seres vivos, y por ello se debe cuidar, puntualizó el activista ambiental.

La calidad del agua en Cancún y Riviera Maya está en riesgo por la creciente polución a la que son sometidos los mantos freáticos: el principal contaminante es el líquido residual, que se genera por la infraestructura hotelera y el crecimiento urbano.
 
[h2]Alerta[/h2]
Anualmente se contaminan cerca de 400 millones de metros cúbicos de agua por el sector turístico, contra 200 del sector público urbano, y cada vez son más los investigadores que alertan del riesgo de contaminación del agua, porque no hay una cobertura total de drenaje ni plantas suficientes para tratar las aguas negras que generan ambos destinos.

Las vacaciones que cientos de miles de turistas disfrutan al calor del Caribe mexicano no son inofensivas. Los contaminantes orgánicos, la pasta de dientes o el champú que se cuela por el desagüe, el protector solar que queda en la piscina o los pesticidas del jardín del hotel y campos de golf se filtran al subsuelo hasta llegar al mar.

De acuerdo al estudio Cancún insostenible sobre el sistema acuífero de Quintana Roo, publicado por la Universidad McMaster de Hamilton, Canadá –encargado por el Banco Mundial–, en términos de contaminación acuífera “hay un problema real en la entidad”.

Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sólo 30 por ciento de las aguas residuales que se generan en el estado son tratadas, mientras que el restante 70 se van sin tratamiento a cenotes, lagunas, ríos subterráneos o al mar.

El mismo análisis sostiene que “la calidad del agua en Quintana Roo aún es buena, pero se deben hacer estudios para determinar los nuevos parámetros y limitantes. Hay un esfuerzo para abastecer a toda la Riviera Maya, pero el rápido crecimiento poblacional no permite el alcance del drenaje a muchas comunidades y regiones”.

“El gran problema a vencer es la resistencia ciudadana y el sector privado, que hacen lo mínimo y se olvidan de actuar para conservar el medio ambiente y las reservas de agua. La solución más confiable para el turismo y la población es crear conciencia y educar acerca de su uso”, precisó José Luis Blanco Pajón, delegado de la Conagua.

El nuevo Espacio de Cultura del Agua de Quintana Roo se levantó dentro del complejo ecoturístico Río Secreto, que donó el espacio para el edificio, mientras que Centinelas del Agua operará la Casita del Agua, que espera recibir ocho mil visitantes al año, sobre todo de primarias y secundarias.