Gabinete recargado

Eduardo Lliteras Sentíes
La Jornada Maya

5 de octubre de 2015

Entrando en la recta final, como buen corredor experimentado, el gobernador Rolando Zapata Bello, decidió reforzar su equipo de trabajo con figuras de toda su confianza, en puestos clave, como es el caso emblemático de Víctor Caballero Durán, nombrado al frente de la Secretaría de Educación. Operador político de primera magnitud, Caballero Durán regresa para situarse en una posición nada sencilla, por la complejidad de la secretaría y los problemas e injusticias desatados por la llamada reforma educativa impuesta a nivel federal.

Claro, ya en el camino de la sucesión, no nos deben extrañar los cañonazos que algunos legisladores y dirigentes del PAN han comenzado a disparar contra quien es visto como uno de los candidatos de mayor peso de cara al 2018.

El irresuelto caso del fraude de Crecicuentas, ya convertido en lanzadera política, sigue revolviendo el mismo lodo político sin que se llegue al fondo del asunto: devolver el dinero a los miles de yucatecos defraudados.

Y para ello hay que buscar a todos los actores involucrados en una historia en la que muchos de los responsables se encuentran todavía en las sombras, felices de ver el uso político de una tragedia que se supone en manos de la justicia local y federal.

El caso Crecicuentas llegó hasta el Senado de la mano del senador panista Daniel Ávila en éstos días. Esperemos que no se trate de más de lo mismo; es decir, de acusaciones sin pruebas auténticas, mientras mujeres, ancianos, siguen cada fin de semana manifestándose frente a Palacio de Gobierno sin ser escuchados, inclusive muriendo sin haber obtenido justicia.

[h2]La Sedesol de Sahuí[/h2]

Por lo pronto, hay otros ingresos en el gabinete que vale la pena abordar, al menos sucintamente, como es el caso del ex diputado, Mauricio Sahuí, quien para algunos se colocó en una posición (la Sedesol) que ya no puede ser considerada automáticamente trampolín a la gubernatura tras lo sucedido a Nerio Torres Arcila.

Otra posición que se veía como clave de cara a la sucesión era la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder). Algunos decían que de allí podía surgir otro candidato, pero precisamente para cortar tal posibilidad el gobernador colocó a Juan José Canul Pérez, quien ciertamente será un operador de bajo perfil político, pero eficiente. Al menos eso se espera de él.

No resultó sorprendente la salida del ingeniero Eric Rubio Barthell de la jefatura del Despacho del Gobernador, tras las revelaciones de su viaje familiar a Roma. El retorno de Sergio Martín Vadillo Lora, en sustitución de Rubio Barthell, quien ahora se desempeñará como Coordinador General de Asesores, es también en clave sucesoria, ya que Vadillo Lora es la principal cinta de transmisión entre el gobernador y los medios de comunicación y los acuerdos publicitarios y de orientación política mediática.

La llegada a la Secretaría de la Juventud (Sejuve) de Luis Borjas Romero, en sustitución de Alaine López Briceño, sonó a salida digna de la delegación de la Sedesol federal a quien nunca dio el ancho en dicha dependencia. A tal posición deberá llegar un operador político de primer nivel que en los próximos dos años apuntale la sucesión. Algunos mencionan al ex diputado local y ex presidente del PRI, Luis Hevia Jiménez, aunque todavía no hay nada escrito.

Queda claro que la reformulación del gabinete –todavía faltan decenas de nombramientos de menor nivel– y el anuncio posterior de la inversión de 2 mil millones de pesos en cuatro obras buscan apuntalar la imagen del gobierno estatal, que está sufriendo no sólo por la mala gestión del chikungunya –y las irónicas declaraciones del titular de salud estatal– sino por la escalada en materia de inseguridad y la terrible situación económica de la mayor parte de las familias yucatecas.

El descontento de los empresarios y la preocupación con la situación económica no desaparecerán por completo, pero al menos se espera que esos 2 mil millones sirvan de contención en un 2016 en el que las finanzas federales se sostendrán, como en 2015, del incremento a los impuestos a los contribuyentes cautivos y del endeudamiento, el que ya es preocupante. En efecto, con el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, la deuda interna y externa del sector público sumó 7.6 billones de pesos. Sólo en el primer semestre del año creció en 230 mil 360.9 millones de pesos. Es decir, un récord histórico que ya es definido por expertos como impagable. Hablamos de que el monto de la deuda con Peña Nieto es 26.4 por ciento superior al que tenía al comienzo de la actual administración gubernamental, en diciembre de 2012, y que dejó Felipe Calderón, quien también la hizo crecer de forma desmesurada e irresponsable. Algún día, no muy lejano, todos pagaremos los excesos, el derroche y las corruptelas financiadas con esos dineros en los últimos sexenios.

[h2]Las mieles de Monsanto[/h2]

Por último, comento que la Suprema Corte está a punto de decidir si permitir o no que la trasnacional Monsanto siembre soya transgénica en la comunidad de Holpechén, en Campeche, zona que está siendo deforestada de forma brutal a pesar de ser reducto de la última selva del país.

Los sembradíos de Monsanto matan a las abejas y contaminan la miel, no sólo de Campeche, sino de Yucatán. De permitirse a Monsanto operar libremente por la península, miles y miles de campesinos mayas se quedarían sin sustento.

En Change.org se ha iniciado una petición a la Suprema Corte de Justicia para que detengan la aniquilación de las formas de vida de los mayas.

Esos mayas que aparecen por todos lados en la propaganda del FicMaya (Festival Internacional de la Cultura Maya 2015), mientras sufren miseria y riesgo de aniquilación.

A este tema, la lucha contra Monsanto en la península de Yucatán, le hemos seguido la pista desde el primer día. Cabe recordar que hace casi dos años, hombres y mujeres apicultores mayas de la península lograron una histórica victoria sobre Monsanto y su aliada la Sagarpa cuando jueces federales les otorgaron la razón y cancelaron el permiso para la siembra de soya transgénica en sus territorios. Pero los caminos de Monsanto, son infinitos.

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