Festival del tiburón ballena

Carlos Águila Arreola
La Jornada Maya

Cancún
13 de junio, 2105

La fama de la pequeña y paradisiaca isla de Holbox se ha extendido mundialmente entre los que aman la naturaleza y la tranquilidad, y entre quienes gustan de inigualables playas y las aguas más transparentes que se haya conocido. Su nombre proviene del maya yucateco y significa Hoyo negro, en referencia a lo oscuro del cuerpo lacustre de Yalahau. La ubicación privilegiada de la isla, en la confluencia de las corrientes del golfo de México y el mar Caribe, hace que sus aguas sean hogar de una fauna marina original y abundante: langostas, pulpos, delfines, tortugas y el rey del lugar: el tiburón ballena.

El sábado 13 y domingo 14, la ínsula celebrará su II Festival del Tiburón Ballena, con el primer simposio sobre el también llamado “pez más grande del mundo”. Acudirán ambientalistas, biólogos, cooperativas y empresarios turísticos que se reunirán con el propósito de crear consciencia sobre la fragilidad del ecosistema en la zona de alimentación de la especie.

La presidenta del comité organizador del festival, quien es también titular de la Asociación de Hoteles y Moteles de Holbox, Alejandrina Sélem Salas, destacó que la industria turística de la isla busca crear un plan de manejo en la reserva de la biósfera que permita crear estrategias de conservación: “Queremos conocer el impacto que produce el turismo a una sociedad isleña que basa su economía en todo lo que el mar le aporta”, manifestó.

Habrá expertos en la materia que se dedicarán a exponer los temas de gestión responsable de la isla como destino turístico, capacitación para guías de turistas, conservación del tiburón ballena frente al desarrollo del turismo en el Caribe mexicano, su biología, lugares visitados e impacto del turismo, entre otros.

Selem Salas señaló que el avistamiento y nado con la especie es considerada una de las actividades ecoturísticas más importantes de la isla, aunque tiene una temporada de cinco meses, marco en el que se realizará el II Festival de Tiburón Ballena con múltiples actividades y proyecciones con entrada libre.

Desde mayo y hasta septiembre, el también conocido como “pez dominó” por las motas en su cuerpo, llega hasta las costas para alimentarse de plancton, y como es inofensivo pese a su tamaño –llega a medir hasta 15 metros de largo– para el visitante es posible nadar junto a esta majestuosa criatura y, por la tarde-noche, disfrutar de coloridas casas y calles de arena blanca, sin pavimentar, por donde sólo transitan bicicletas y carritos de golf.

“De acuerdo al programa, el sábado 13 iniciará con actividades dirigidas a la población infantil, con propuestas para la mejor conservación del tiburón ballena”, detalló Alejandrina Sélem. El domingo será el concurso de esculturas de arena, tardeada, proyecciones de documentales, música en vivo y la clausura del evento.

Las playas de Holbox se extienden sobre 36 kilómetros y forman parte de la Reserva Natural Yum Balam, nombrada área de protección desde 1994, y considerada uno de los refugios ecológicos más importantes del mundo por la diversidad de su ecosistema y por ser albergue de varias especies en peligro de extinción.

Para quienes gustan de la natación, es un privilegio: oleaje escaso, poca profundidad, temperatura ideal, sin rocas ni algas, sólo fondo de arena y aguas de un turquesa transparente.

La distancia de Cancún al puerto de Chiquilá es de 150 kilómetros. Desde este punto se aborda el ferry o se pueden contratar lanchas que, en menos de media hora, cruzan al destino, o bien se puede contratar un taxi aéreo y llegar en 20 minutos. Las opciones de alojamiento incluyen hostales, cabañas y hoteles boutique; para todos los gustos y presupuestos.