Transgénicos en Q. Roo

Joana Maldonado
Foto: Valentina Álvarez Borges
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Jueves 17 de noviembre, 2016

El Colegio de la Frontera Sur, advierte que la única comunidad en el municipio de Bacalar que hasta el año pasado no sembraba soya modificada genéticamente, actualmente es la única que cultiva, por lo que se requiere un nuevo muestreo para verificar si utilizan semillas transgénicas que pudieran afectar al sector apícola de la región.

El Investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Dr. Rogel Villanueva Gutiérrez quien se dedica a investigar sobre la crianza de la abeja maya, aseguró que actualmente ya no hay siembras de soya en la comunidad menonita de Salamanca, en donde se dio a conocer en el 2015, la existencia de soya genéticamente modificada, aún cuando un juez federal, suspendió la autorización del cultivo en México.

Sin embargo -apuntó-, si existen cultivos en el Ejido de Blanca Flor, también en el municipio de Bacalar. un lugar en donde se había determinado que no había soya transgénica en el último estudio.

El Investigador precisó que por ello, es necesario hacer un nuevo estudio para estudiar si la soya es convencional o es transgénica.

“No se había sembrado la soya, apenas se empezó a sembrar, queremos hacer el estudio nuevamente, trataremos de conseguir los recursos para poder repetir el estudio”, precisó el académico.

Dicho estudio, dijo, no tiene un valor elevado y como la ocasión anterior, podría ser pagado por los propios apicultores, dado que en su momento, existió polen transgénico en las mieles de los apiarios colocados cerca de los campos de cultivos de soya.

“Encontramos en Salamanca unas ocho muestras de soya transgénica mezclada con soya convencional, que eran alrededor de 800 hectáreas”, dijo.

El especialista dijo que este tipo de cultivo genéticamente modificado, utiliza glifosato, un herbicita muy potente que es generalista, es decir, mata una gran cantidad de hierbas que existe alrededor de la soya, excepto dicha planta.

“Esto contamina el aire, el suelo y el agua, pero por otro lado tenemos también el impacto a la selva, tenemos manchones de vegetación bien conservados, lo que hacen los agricultores es desmontar todo, es un procedimiento que aplica pesticidas y herbicidas bastante fuertes”, puntualizó.

Además dijo, se ha demostrado por varios investigadores que ello perjudica la salud humana, como cáncer de mama y malformaciones en recién nacidos.

Anticipó que el próximo sábado, organizaciones de apicultores sostendrán una reunión en el municipio de Bacalar.

[b]Daño a apicultura[/b]

Sencillamente explicó el especialista, la miel transgénica no es aceptada en Europa –principal importador de la miel de la zona sur de Quintana Roo-, legalmente deberían, pero los consumidores alemanes y de toda Europa, son muy exigentes.

“Todos los alimentos que se venden ahí debe estar etiquetado de si es un producto libre de transgénicos, la gente tiene mucha conciencia sobre esto y sencillamente no aceptan productos con elementos transgénicos y no aceptan esa miel”, expuso.

Los apicultores quintanarroenses, envían a Alemania muestras previas de miel que son analizadas para certificar que están libres de organismos genéticamente modificados, por lo que económicamente no genera beneficios a los productores apícolas el uso de transgénicos en cultivos cercanos por la contaminación al polen.

Localmente dijo, no hay riesgo porque nadie regula el consumo, pero la afectación es en la importación.